Te Amo.
Decirlo, hoy es una forma de liberación.
Te Odio.
Para que entiendas que no existe la perfección.
Te Amo...
como eres, lleno de tu ser, no importa cual sea el defecto, al otro lado del mundo, espero tu llamado. Y sé que no vendrás.
Te Odio.
Por amarte de esta manera, todos lo advirtieron alguna vez, y juro, te juro que intenté detener esto... pero ahora sólo tengo ésta gran pelusa atravesada en medio de mi, me doblo, me aprieto, me estiro y desasosiego... ya no. No tiene sentido.
Si, no te amo.
Tienes razón, esto no es amor, es sólo un sentimiento más que me transporta a la nada.
Esto es un querer... un querer que ya no quiero querer... un querer ingrato, estúpido, ciego y torpe.
Tienes razón, estoy llena de errores, pero así soy yo... y aún me pregunto... ¿es que no te has dado cuenta?... hasta cuando... cuando verás eso.
Esto ya no es un querer... ni es amor, ni odio siquiera...
es frustración, es sentir que todo valió nada, para vos, para todos, para el universo, para mi. Y en un segundo cambió mi mundo.
No, yo ya no te quiero querer, esto no es querer, es algo en medio de alguna parte, encerrado entre palabras torpes, vacíos enormes...
Y de repente, cuando todo está en calma, lo repaso mentalmente nuevamente.
Día de porquería... que ilusa...
(...) Otra vez yo, y lo que nunca te diré...
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