Bicho raro habré visto, pero ninguno como este. Tan raro, tan raro que su cara parecía una estrella .Tan raro ,tan raro que de lejos semejaba ser el conejo de la luna. Tan raro, tan raro pero tan raro que no era terrestre.
Si amiguito era un extraterrestre. Así comienza la historia que te voy a contar…
Oculto en un gran tronco, que había tomado la forma de una cueva ,se encontraba Toki, todo acurrucado y con cara de pánico lo encontré. Su color era verdoso y sus manos pequeñitas.
Resulto entonces que Toki venia del planeta Tok.
Un dia jugando a las escondidas con sus amigos se había extraviado en el espacio y sin darse cuenta su nave había aterrizado en la tierra.
Cuando nos encontramos, yo tuve miedo pero después…Ah¡ después es otra historia…
-¡Nos hicimos grandes amigos!
Toki comenzó a enseñarme muchas cosas, entre ellas como manejar una nave espacial, y yo lo invitaba por las tardes a pescar en la laguna del jardín de mis sueños.
Una tarde mientras mirábamos como saltaban los peces .Toki se puso triste porque pensó en su mama. Yo intente ayudarlo pero no supe como hacerlo.
-¿Te animas a dejar sugerencias?