DOMINGO DE RESURRECCION

¡Radiante Amanecer!..., con gozo, advierte
Que el día entre los días, ha llegado…
Este es el día bienaventurado,
En que “vida” triunfó sobre la muerte!...
¡Divino Salvador, hoy quiero verte,
En tu gloria final, transfigurado…
Y a ti, madre de Dios y madre mía,
Junto al Hijo, dichosa, en este día!...
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Resuenen las campanas de alegría,
La gaita y tamboril, alborozado…
Saludemos la gloria de María,
Y el esplendor del Dios resucitado…

CANTO A JESUS

¡Dios te guarde, Jesús, seas alabado,
Fuente de amor, de paz y de armonía,
Tú, del Padre y de Amor, fuiste engendrado,
Y de la Madre, que es la madre mía!

Ante tu muerte, extraño finiquito,
Aquellos que ser fieles, prometieron,
En noche de dolor casi infinito,
Medrosos y cobardes, de Ti huyeron…

¡Y, a pesar de que tanto me has amado,
Cuantas veces olvido tu presencia!...
¡Cuantas veces, tu amor he mal pagado
Con mi falta de fe, con mi increencia!

Fui quien te condené, junto a Pilatos,
Era yo quien gritaba, con furor,
Yo mismo, uno de aquellos mentecatos,
Que pedía tu condena, mi Señor…

Desoyendo tus ruegos y tus quejas,
Te envié a oscura muerte, Buen Pastor,
Y olvidé que dejaste a tus ovejas,
Por buscar a este pobre pecador…

Y en las horas crueles de agonía,
Haciendo gala de mi ingratitud,
Yo era aquel que, insolente, te decía:
¡Eres Dios..¿y no bajas de la cruz?!

¡Perdón, Señor, por tantas almas muertas,
Que no escuchan tus silbos amorosos,
Y cierran a tu pálpito, sus puertas,
Perdidas por caminos dolorosos…

Ingratos al Amor de los Amores,
Ahítos de amarguras y placeres,
Inventan tu Pasión, con más dolores,
Siembran odio en el mundo y en sus seres…

Soportando mi cruz, también me veo,
Aliviando cansancios inhumanos…
Porque quiero, buen Dios, ser cirineo
Y calmar el dolor en mis hermanos!...

“No el que dice “Señor”…, tendrá la vida…
El que reparte amor, y es mensajero
Del bien, de la verdad, de “tu venida”,
¡Ese será tu amigo verdadero!.

¡Venid a Mí, quienes estáis cansados…
Venid a Mí, que yo os aliviaré…
Contadme vuestras penas y cuidados,
Y paz, con mi presencia, Yo os daré!

Tú, que le diste a la samaritana,
Sentado junto al pozo de Jacob,
Agua que hasta la vida eterna, mana,
Mitiga nuestra sed de buen amor…

Tú que dijiste: “bienaventurado
El que busque la paz en esta vida…
Líbranos de las guerras, y al soldado
Líbralo de la muerte y de la herida…

Tú que, también, dijiste:”sea bendito
El que salva del hambre y de la sed”….
Líbranos de avaricia, y del delito
De no dar, al hambriento, de comer…

¡Amaneces, Jesús, radiante y vivo…
Por eso, te pedimos hoy, Señor,
Un corazón de carne, compasivo
Ante tantas desgracias y dolor…


Así escuche tu voz en Palestina…,
La voz de aquel rebelde amordazado,
Que, en miseria, ocultó su faz divina
Y en cruz, murió, de amor martirizado…

¡Que brote ya el vigor de tu simiente,
Que llegue, al fin, tu reino soberano,
Para que acabe el odio entre la gente,
Y todo hombre quiera ser hermano!

¡Y hoy sales del sepulcro victorioso,
De la muerte, triunfal dominador…,
Y prometes, humilde y amoroso,
Quedarte con nosotros, mi Señor!

Y en esta noble plaza, la más bella….
--Domingo y Pascua de Resurrección—
Hijo y Madre…, estrella con estrella,
Se abrazan, corazón con corazón….


CANTO A MARIA

Recordando la vía dolorosa,
Un triste condenado, con su cruz…,
Y unos ojos, mirada ayer hermosa,
Lloran entristecidos y sin luz…

Y la Madre, contempla su agonía…
La del Hijo que, otrora, bello fuera,
Y hoy, apenas camina por la Vía,
Condenado a pender, hasta que muera…

¿Y quién robó el fulgor de su mirada,
Al Hijo que tu entraña dio en Belén?...
¡Mi sin vivir, María, madre amada,
Mi ingratitud mató a tu dulce Bien!

¡Contempla, Madre, al Hijo bien amado…,
A quien murió en la cruz, por darme vida…,
Que ahora viene hacia ti, resucitado
Y a llegar a su encuentro, te convida!

¡Y se alegran los ángeles del cielo,
Que cantan:”aleluya al vencedor”….
Y los hombres, cantamos desde el suelo,
Nuevos himnos a nuestro Redentor…!
¡Y a María, porque es nuestro consuelo…
Elevamos canciones en su honor!

¡Dios te salve, Señora, “gratia plena”….
Madre nuestra y de nuestro Salvador….
Virgen bella, purísima azucena,
Hoy te cantan los charros, con fervor…!

¡Porque tu Hijo ya es resucitado,
Y su sangre compró nuestro perdón…
El cielo, hoy con la tierra se ha hermanado…
Cristo es prenda de nuestra salvación!

FINAL
¡Desde hoy, Señor, quisiera ser testigo
De tu Reino y de tu Resurrección....
Eres Tú mi mejor Maestro y Amigo...
Contigo extenderé tu Redención....
Y pues que viviré siempre contigo,
Quiero rendirte eterna adoración!.

EMILIO CORONA

Pascua 2009