No extraño a mis muertos
Yo no extraño a mis muertos porque siento la necesidad de mi abuelo
de respirar la tierra arada, tan húmeda y fresca que embriaga el alma,
de no humillarse ante la adversidad que muchas veces quema,
de no vender el ideal más puro por un poco de dinero.

Yo no extraño a mis muertos porque amo a dios como lo hizo mi Luz
cuando unió mis manos y me enseñó un rezo,
cuando atrapó mis miedos y los tuvo presos
cuando me dio su vida y soportó la cruz.

Yo no extraño a mis muertos porque al verme en un espejo
veo los rasgos de mi abuela orgullosa y altanera,
con el rostro matizado por el sol y larga cabellera
como estatua que alguien mira perplejo.

Yo no extraño a mis muertos porque me visto con los recuerdos.
Con las bellas imágenes que forjaron mi esencia.
Con la tierra, el ideal, dios y la elegancia.
Yo no extraño a mis muertos.