Dicotomía

El día sucumbe ante la noche,
su luz se apaga, pero su deseo crece.
La sensualidad, un oscuro embrujo,
arrebata el latir profundo del claro esplendor,
pero han sido separados uno del otro.

El manto negro se quiebra ante el deseo,
mientras escapa del noble sol.
El silencio la toma en sus brazos,
le musita quedo.

El amanecer apresura al día, pero
ella se aleja, apenas se tocan muy leve
en los umbrales donde todo comienza
donde la vida es poesía y cobra un sentido.