El rojo cobrizo de los robles que cambian sus hojas
Se refleja fácilmente en le blanco y el gris de mi cabellera.
Cuado te fuiste ni había robles y mi cabellera era de otro color
Pero sigo aquí esperándote
Ven amor aquí estaré
Texto agregado el 24-03-2009, y leído por 205
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