“MARIONNETTE”

“-No había nada que hacer, ni quien lo hubiera adivinado… bueno, adivinado talvez… pero no prevenido… fue una de las decisiones mas difíciles que eh tomado… pero, al final pude conseguirlo… ahora eres completamente mía… solo mía.”

Desperté, mire hacia alrededor con la respiración agitada y unas cuantas gotas de sudor resbalándose por mi frente, estaba obscuro, solo la tenue luz de luna traspasando por las traslucidas cortinas iluminaba mi lecho vacío. Sola, estaba sola, como últimamente después de que mi mejor amigo asesinara a mi prometido.

Suspire. Mire el piso en busca de mis pantuflas de conejo, me las puse, Salí de mi habitación a paso lento, no tenia muchas ganas de salir, pero tampoco las tenia de estar encerrada donde una vez descanso el a mi lado.
Camine hacía el baño, eran las 3:48am, mas temprano de lo normal.
Ese extraño… sueño -por así llamarlo- había arruinado mi descanso, necesitaba una ducha tranquila y húmeda en la relajante tina, prepare el agua y me metí en ella, cerré los ojos.

Estaba obscuro, caminaba por algún tipo de pasillo angosto. Una luz tenue apareció al final del pasillo, me dirigí hacia ella.
La luz se hizo mas fuerte, entre a un cuarto, gire a mi alrededor mirando todo detalladamente, había muñecos tamaño real por todas partes, me cerque a uno de ellos, era un muñecos de tez blanca, pelo naranja, ojos miel, alto, vestía como soldado de juguete y traía una caja de música colgada, sujetaba la manecilla con su mano. “Parece tan real… si no tuviera las aberturas en los extremos de la boca”- pensé,” y las separaciones en cada una de sus articulaciones, seria tan humano”…, me acerque mas a el, era tan bello, quería tocarlo, fue entonces cuando una bella música empezó a sonar, pero no me importo mucho, no podía quitar la mirada de los ojos del muñeco, o mas bien, no quería hacerlo.
La música era bella, pero ahora alguien cantaba, un hombre; mire con mas atención los ojos del muñeco, brillaban tanto…
Estaba ya a mínimo 3 pasos del muñeco, cuando este se levanto de la nada y me tomo de la mano, la música dejo de sonar, el hombre dejo de cantar, el muñeco movió sus ojos hacia los míos, estaba aterrada, quise correr, pero me tenia agarrada, forceje sin logro alguno.

Abrí los ojos, sentí como el agua de la tina se metía en mis pulmones, tosí estrepitosamente antes de soltarme a llorar, ¿Qué había sido eso?...
- Fue… solo un sueño… - dije tratando de convencerme a mi misma.
Me seque, vestí y regrese a mi recamara, aun con el corazón latiendo rápidamente como el de un ratón.


“El Titiritero” -como lo había llamado la prensa- era el causante de mis pesadillas. El, tomaba gente bella, con rasgos únicos y… los convertía en marionetas.
Nadie sabia el porque de sus acciones, todo eso era un misterio para ellos a pesar de todos los meses ya pasados desde su primer ataque, mi prometido. La prensa publicaba sus ataques como “¿Quién mueve la marioneta? ”, demasiado cruel para las familias afectadas, pero demasiado llamativo para los compradores curiosos.

Ya habían pasado 2 semanas desde su reaparición, 2 semanas desde que los extraños sueños habían empezado, 2 semanas desde que mi vida había cambiado.

Tome mis cosas para salir, tenia que despejar mi mente.
Camine hacia el museo, trate de poner mi mente en blanco, pero la imagen del obscuro pasillo y el títere no salían de mi cabeza.

Entré al Museo del Louvre, distraje mi mente con las obras de arte, pero solo por un momento, al poco tiempo empecé a caminar sin rumbo, el recuerdo seguía en mi mente, suspire.
Estaba en un pasillo, muy similar al de mi sueño, pero con un poco mas de luz, ¿como había llegado ahí?, no lo sabia, seguí caminando, maldita curiosidad, una luz se prendió al final del pasillo, igual que en mi sueño. Caminé más rápido. Me detuve, faltaba poco para estar en el cuarto donde provenía la luz, estaba insegura, ¿abría lo mismo que en mi sueño?, no soporte mas, camine los pocos pasos que me faltaban con los ojos cerrados. Abrí los ojos lentamente.
Era igual.
Las marionetas, la mesa, las sillas de madera, y la marioneta que se había movido y la caja de música que sostenía, mi corazón de nuevo latió con fuerza, gire hacia donde suponía estaba el pasillo. Nada. Mire alrededor en busca del pasillo, no lo encontré, estaba encerrada, encerrada con esas marionetas que una vez me parecieron bellas.
Me pegue a una esquina como si fuera un lugar seguro.
La música empezó a sonar, esa música que me había parecido bella, ahora sonaba terrorífica.
Me senté formando un ovillo con mi cuerpo, cubrí mis orejas con mis brazos, no quería escuchar…pero todo lo que hacia era en vano, la música parecía estar en mi cabeza, no podía pararla. De pronto, la voz del hombre se alzo por encima de la música, ¿Qué cantaba?… no lose, no quise escuchar, en mi mente gritaba, mordí labio inferior hasta que sangro.

Silencio.

¿Que había pasado con la música?... ¿y la voz de hombre?..., temerosa pero curiosa, levante mi cabeza para ver que había ocurrido.
Abrí los ojos lentamente, al segundo de haberlos abiertos desee no haberlo hecho. Esos ojos miel que una vez me hipnotizaron con su brillo me aterraron, la marioneta estaba frente a mí en cuclillas y sonreía. Seguramente el sonido de la música había opacado el chirrido de su andar.

- yo había pensado… ¿de que are… mi marioneta perfecta?- ladeo su cabeza rígidamente, acercó una de sus manos -áspera- a mi mentón.-… entonces pensé… de cera…
Me tomo del brazo, jalándome hacia la mesa, forcejee con el, golpee su rostro con mi mano libre. Solo conseguí un punzante dolor en mis nudillos, el seguía arrastrándome. Con facilidad me ato a la cama.
- yo había pensado… ¿Qué es el dolor?... entonces pensé… no me interesa, no lo siento.
En su respuesta había un despojo de terror, sentí pena por el. Pobre, pensé.
- Yo había pensado… ¿ella me reconocerá?... entonces pensé… si, lo ara me miro posando su mano en mi mejilla- entonces pensé… no lo hizo…
Ahora que lo veía su rostro con claridad, lo noté.
- Ethan…- solloce, cerré los ojos esperando que fuera otra pesadilla.
Los abrí de nuevo, nada, no era un sueño, el seguía ahí. Sentí mi corazón romperse en pedazos.
Ethan era una marioneta, y pronto yo también lo seria.
Lo ultimo que vi, fueron los bellos ojos de Ethan, había dolor en ellos, mi amado sufría.

Había grandes focos dirigidos hacia mí. Inspeccione el lugar con la vista, trate de levantarme, mi cuerpo no respondió.

¿Sigo en aquel cuarto?
La respuesta a mi pregunta fue respondida inmediatamente.
- No, no lo estas…
- ¿Quién contesto?
- Yo…
Mire el lugar de nuevo, vacío.
-¿Dónde estas?
- Aquí…
El miedo invadía mi cuerpo de nuevo.
- Muévete
Intente moverme, pero mis extremidades no me respondían.
De pronto, algo empezó a chirriar, quise mover la cabeza en busca de Ethan o Shanylaidyn, pero tampoco pude moverla.
Gire mis ojos hacia los lados, mis brazos se movían.
- ¿Por qué…?
Baje la vista hacia mis pies, caminaban. Trate de gritar, pero fue en vano.
- ¿Por qué mi cuerpo se movía cuando no se lo pedía? ¿Por qué no se movía cuando se lo pedía?- pensé.
- Por que eres mi marioneta…- contestó.
- ¿Cómo escuchas lo que pienso?- pregunté asustada.
- Por que eres mi marioneta…
Mi cabeza giro sola hacia la derecha. Ethan estaba detrás de mí.
- yo… estaba pensando… ¿Quién será mi marioneta?- acerco su rostro al mío- entonces pensé…. Mí amada Aidyn… No había nada que hacer, ni quien lo hubiera adivinado… bueno, adivinado talvez… pero no prevenido… fue una de las decisiones mas difíciles que eh tomado… pero, al final pude conseguirlo… ahora eres completamente mía… solo mía.”
Mire con detenimiento, el era quien movía mis brazos y piernas. El era el Titiritero.

Entonces recordé, el me amaba… y yo, yo lo había orillado a esto con mi indiferencia; que yo fuera una marioneta era culpa mía, que mi prometido hubiera muerto era culpa mía, que Ethan me amara era culpa mía…

- Yo estaba pensando… ¿Quién mueve la marioneta?- pregunté irónicamente como el solía hacerlo.
- Entonces yo pensé… Yo muevo la marioneta-respondió.
- … mueves la marioneta… me mueves a mí…- una solitaria lagrima resbalo por mi mejilla de cera.



FIN