Inicio / Cuenteros Locales / conejolunar / La aventura de la milagrosa hojuela de cereal
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Ella lloraba, lloraba por que no entendia por que tenia que haber acabado en una caja de cereal, ¿no podia acaso ella haber caido en un bello campo y germinar y dar vida?, pero no, no, no, tenia que estar metida en esa mugrosa caja de cereal, bueno que importa, el señor que la tomo de un estante se saco un moco y se limpio en su playera, mientras la pobre hojuelita nadaba en un mar de hojuelas, parecia el metro en plena hora pico, maldita sea, me lleva la que me trajo, mendiga suerte de hojuela, pensaba, el señor pago y el viaje a casa en la cajuela del auto fue peor, la hojuela ya olisqueaba su mala fortuna, mierda!!, pensaba, ahora si me van a tragar en cereal y ¿quien podra ayudarme?, pero por fortuna el señor era un pesimo conductor y choco de manera espantosa, pobre hombre quedo irreconocible y parecia que la fortuna de la hojuela no le habia abandonado, ella se preguntaba, ¿ y ahora que hare con esta horrible cobertura de azucar?, estoy hecha un fiasco soy una porqueria de hojuela, el auto fue puesto a disposicion del ministerio publico y algun policia fisgon se metio a revisar el auto en busca de algo de valor, pero solo encontro una caja de cereal azucarado y algunos papeles sin importancia, mmm, al menos tendre algo que cenar esta noche, llevo pues la cajita de cereal a casa, se sirvio un gran tazon y de este se cayeron algunas hojuelas, entre ellas nuestra hojuelilla locuaz que buscaba algo mas que ser tragada por un apestoso ser humano, pensaba, al caer recibio un mugroso golpe que la dejo como imbecil un rato pero al recuperarse noto que en un rincon habia alguien, otra hojuela, una hojuelita con cobertura de fresa, esta no hacia mas que llorar desconsoladamente, la hojuelita de azucar se le acerco rapidamente y le pregunto por que lloraba, por que estoy solita ese horrible señor de cara roja se comio a toda mi familia, maldito penso la otra hojuelita de azucar, con que es un asesino de millares y millares de mis familiares, no pudo contener una lagrimita que deslavo su cubierta azucarada y se acerco a la hojuelita de fresa y le dio un tierno beso, muy dulce por cierto, la otra quedo encantada, por que mira, que no cualquier hojuela desamparada encuentra hojuela que le quiera, ambas se escondieron en una pequeña grieta de la pared, sin embargo alarmada la hojuela de azucar le pregunto a la otra, pero, pero... y, ¿no hay aqui ninguna maldita hormiga o una mendiga cucaracha que quiera devorarnos?, la otra asintio, diciendole que si que habia muchas de esas malditas que atentaban contra su existencia pero que se la pasaban cerca de la mesa de donde caian mas hojuelas que a diferencia de ellas les daba igual ser tragadas o no, estuvieron entonces esperando hasta el anochecer y planearon hacer uso del gato negro que vivia ahi con ellos como medio de transporte, ahora ya no era una hojuela eran dos y vaya que si se tenian que cuidar una a otra, que complicada existencia la de una hojuela de cereal que por azares del destino decide hacer algo mas que ser comida, pues la hojuela azucarada estaba muy rebelde pero algo en su corazon de maiz le dijo que no podia dejar a otra hojuelita a su destino y mas si era una tan timorata como la que acababa de conocer, aparte, acaso no era el una hojuela muy apuesta a pesar de su cobertura de azucar, bueno pues asi lo pensaba, entonces hechas y derechas, las hojuelas se subieron al lomo del gato mientras dormia, 2 o 3 pulgas intentaron hacer nido en ellas pero al notar que no habia ni la mas infima gota de sangre en su lomo de maiz decidieron partir a la cola del gato, al anochecer un ronroneo les desperto de su descanso, se aferraron fuertemente a algunos pelillos de gato cochino y este empezo a andar agilmente hasta que salio por la ventana, la noche parecia un gran mantel negro con gotitas de corrector por todas partes, y un enorme manchon de este mismo era la luna, las hojuelitas estaban llenas de emocion, se quedaron sin aliento al ver ese hermoso telon, pero el infeliz gato no dejaba que contemplaran en paz el cielo con su tipico movimiento de cadera felina, ambas bajaron sobre algun tejado por ahi, y vieron el cielo, el le dijo a ella, mira mira, que si somos nosotros, ella se quedo pensando y el le dijo mas, que no lo entiendes, nosotras cuando desaparecemos aqui, aparecemos alla, alla a lo lejos, dejamos este mundo apestoso y lleno de gente que quiere comernos y nos volvemos brillantes hojuelitas en el cielo, la otra volteo llena de emocion, queria volverse una de ellas, el le dijo, tienes razon debemos de volvernos como ellas, como nuestras hermanas que brillan en el cielo, pero no podemos dejar que nos devore algun sucio insecto o peor aun algun baboso animal, no no no, acabariamos enterradas en la tierra envueltas en sus horribles desechos, fijate que no lo entiendo, pero mira que nosotras debemos de extinguirnos aqui para alcanzar el cielo, pero ¿como?, ¿como?, ya lo tengo, hojueleo una de ellas, debemos de dejarnos caer en alguna bella llama que nos evapore, que nos vuelva aire y nos deje volar libres hasta alla, eso, eso era lo que tenian que hacer, notaron que salia humo de la chimenea del tejado en el que se encontraban, dando pequeños saltitos y maldiciendo a las asimetricas elevaciones de las tejas llegaron a la chimenea, parecia un trabajo duro para un par de hojuelitas, pero era una de esas miserables chimeneas de tamaños super reducidos, en unos minutos estaban ahi, listo dijo una, solo tenemos que dejarnos caer de espaldas dentro de este hueco y en unos minutos estaremos brillando alla a lo lejos, se abrazaron hasta crujir, y se empujaron hacia esa oscuridad, caian rapidamente y sintieron ese calido abrazo de las llamas, al caer hicieron un crujidito, rapidamente el fuego las extingui hasta que solo quedo una minima fraccion de lo que fueron, arriba en el cielo nocturno, 2 estrellas mas nacian. |
Texto agregado el 20-05-2004, y leído por 1470 visitantes. (0 votos)
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