Inicio / Cuenteros Locales / conejolunar / El beso de la luz
[C:39721] | ||||
Desperte, la mañana era hermosa, pero tenia que llegar a la escuela y ya faltaban algunos minutos, maldicion, me levante apresuradamente, olvide un vaso de leche la noche anterior y casi se habia vuelto yogurth, ni me anude los cordones, tome mi mochila y sali rapidamente de mi casita, una pequeña casita de estudiante de intercambio, camine rapidamente, afortunadamente el instituto quedaba a unas cuantas cuadras de distancia, durante el camino recorde que habia olvidado terminar la tarea, ah cielos, que descuidado, pero mm, vale, no importa, ahora lo que tengo que hacer es llegar ahi, al pasar por los jardines que rodean a la escuela no pude evitar ver algunas muchachonas que de verdad que estaban muy bien, que lastima que con la autoestima de trotamundos sin oficio que tenia no me atrevia a dirigirles la palabra, pero vaya que lo queria hacer, subi rapidamente los escalones y casi a punto de sonar la campana entre al salon, el murmullo de todos ahogaba mis pensamientos, la tarea, las chicas que platicaban en el jardin, y un dolorcillo en el estomago, fui y me sente como de costumbre cerca de la ventana, saque un lapizin y me puse a rayar garabatos sin sentido que desde mi punto de vista de estudiante de cortas miras parecia arte, algunas palabras inconexas llegaban a mis oidos de los murmullos del salon, fiesta, si, emborracho, tarea, nalgas, algebra, casa, cielos, que murmullos parecia mercado, al entrar el viejo maestro de literatura hispanoamericana todo el mundo empezo a callarse poco a poco y a sentarse en sus respectivos lugares, el maestro carraspeo un poco y empezo... a traves de el curso de literatura hispanoamericana hemos ido descubriendo cuentos, novelas, poemas destacados que nos han hecho comprender la magia de la misma, hemos llegado ahora a un escritor importantisimo y de especial gusto para mi, este es, Horacio Quiroga autor de diversos cuentos y maestro en el realismo magico, pues bien, ahora leeremos grupalmente el cuento de.... mientras escuchaba todo eso mi mente empezo a divagar, tamborileaba mis dedos y me imaginaba en algun otro lugar, voltee a ver los arboles del jardin, sus delicadas hojas verdes, el amplio y profundo cielo azul con nubes manchadas de blanco, lentamente me fui olvidando de todo, la voz del maestro se iba apagando y alejando, como en un sueño, levante mi mirada y vi el sol, hermoso y radiante, oscilaba distante el disco solar, el verde pasto y el azul cielo dibujaban un hermoso dia de verano, el calor se dejaba sentir sobre la piel, pero el sol me tenia fascinado, era como si quisiese ver mis ojos, como si el sol mismo quisiera abrir bien sus rayos para ver mi mirada, senti que se acercaba a mi, bajaba del cielo para verme mas de cerca, mis ojos le miraban entusiasmados, como si nunca antes hubiesen visto nada, ese sol hermoso acariciaba mi piel con ternura, llenando de calor mi corazon, lo veia acercarse, poco a poco, como dudando de hacer lo que queria, se acerco mas aun, yo deje que tocara mis ojos, toda su calida luz iluminaba mi rostro y acariciaba mis pupilas, lentamente cerre un poco mis parpados y deje, deje, que la luz del sol besara mis ojos, llenaronse estos de una luz hermosa y reconfortante, todo mi cuerpo se lleno de ese calor, mi corazon latia velozmente como en los brazos del amante, alejo sus dulces rayos de mis pupilas y estas quedaron llenas de su radiante luz, despidio mi piel con una caricia y lentamente regreso a su sitio en la boveda celeste. |
Texto agregado el 20-05-2004, y leído por 267 visitantes. (0 votos)
Para escribir comentarios debes ingresar a la Comunidad: Login |