En este mes de las mujeres, todo el mundo las festeja y las homenajea, por los logros y desdenes que pasaron, y no esta mal, claro que tenemos que recordar a iconos femeninos, mujeres que sobresalieron y produjeron un cambio en el mundo, luchadoras que con su voz pudieron lograr hechos históricos. ¿y las que no pudieron gritar?
Todavía seguimos viviendo una sociedad machista, mujeres que tiene que pasar crueldades y humillaciones. Y la pregunta es: ¿nosotros lo varones somos culpables de esto? ¿En que medida lo somos?
Una parte del mundo, donde realmente podemos decir que las violaciones de los derechos humanos están en un punto critico, es África.
Este continente donde la guerra de guerrillas es tan latente que la vida misma, donde las guerras civiles han matado a mas gente que el mismo SIDA, y todo esto porqué, simplemente por intereses extranjeros; la codicia por el oro, el petróleo, y en especial los diamantes, son los motivos de estos conflictos.
¿Y en todo esto? ¿Dónde entran las mujeres?
En todo lado señores. Si nos ponemos a comparar el nivel de violencia que existe en África y en otra parte del mundo, podemos ver claramente una diferencia.
En América latina y en los Estados Unidos, existen maridos opresores que golpean brutalmente a sus parejas, si la mujer lo denuncia a uno de estos salvajes, la ley se encarga de darle una sanción penal.
En África, países como Mozambique, Sierra Leona, Madagascar y muchos otros países, donde sus mujeres son raptadas por ejércitos paramilitares, realmente me gustaría pensar que solo son mujeres, pero por desgracia también son niños y niñas.
A los niños los utilizan para sus brigadas juveniles, pero a las niñas y mujeres son utilizadas como esclavas sexuales, niñas que a partir de sus nueve años ya son violadas innumerables veces, donde los golpes ya son cosas rutinarias. En esta parte del mundo, no hay ley ni orden que pueda frenar este infierno terrenal.
Estos pobres seres abandonados a su desgracia, no solo tienen que soportar violaciones, golpes y asesinatos. También tienen que soportar el SIDA, esta enfermedad que golpea tan fuerte al continente negro, esta enfermedad que es contagiada y expandida por estos grupos armados. Señores, estamos hablando de mas de 25 millones de portadores.
Bien sabemos que el alimento escasea en África, y que los guerrilleros también sufren de esta escasez, en consecuencia, solo pueden alimentar a los que pueden luchar; en ocasiones, las mujeres raptadas, después de sufrir todo ese infierno, son abandonadas en el camino, para que mueran de inanición o simplemente las matan para que no delaten su posición.
La diferencia que existe entre estos dos mundos, deja una profunda reflexión e impotencia de ver un mundo tan desgraciado y real.
En este mes de las mujeres, no olvidemos a las que realmente necesitan ser recordadas, no por sus logros y desdenes, o por su poderosa voz, sino por el simple hecho de que necesitan nuestra ayuda.
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