Eran casi las dos de la mañana, todos mis amigos cercanos estaban enfiestados y casi borrachos en algún bar o discoteca de Guayaquil, mientras tanto, yo en casa sin ánimos de moverme, sin sueño y con el “espíritu detectivesco” alocado. Y es que habían pasado casi cuatro meses desde que Santiago se alejo de mi vida con el discurso de no querer hacerme daño, posterior a esto descubrí que él ya estaba con otra; con este golpe bajo no me quedó otra que dedicar mis horas libres a la depresión y al insomnio.
Siempre me asumí como una mujer sensata, con la histérica que toda mujer lleva dentro bien controlada, pero fue necesario nada más un poco de sufrimiento amoroso y maltrato al autoestima para que asesine a la cuerda y aparezca la loca.
En aquella época ya había convertido al Internet en mi aliado, y en cualquier momento “googleaba” cualquier palabra o nombre que se me ocurriese, por necesidad o puro aburrimiento me enteraba de la vida de mis conocidos o de gente que de alguna forma admiraba. Pero nunca pensé que me obsesionara tanto el hecho de saber los detalles mínimos de la nueva novia de mi ex novio. ¿Será que todas las mujeres tenemos a la loca detectivesca escondida tras la carita de sensatez? La idea de que todas éramos así me fascinaba y me proponía la idea de ser la que mejor escondiese a la loca.
Santiago tal vez está más loco que yo, tal vez es más inseguro y probablemente esté tan enamorado de mi como yo de él, pero ¿alguna vez lograremos tener una relación sincera si no le confieso que sé todo de su vida con la tal Pamela?.

Hoy en día la sociedad cómoda se contacta con sus amigos por medio de estas redecillas como hi5, facebook, myspace; y yo, a pesar de “simular” ser una desligada del mundo caralibro, había creado ya 3 cuentas diferentes con nombres diferentes, previamente habiendo estudiado las características de pretendientes, ex novias, etc. de Santiago; me las había ingeniado para hacerme cyberamiga de estas mujeres y enterarme de la parte de la vida de Santi que el no me contaba.

La primera víctima fue Sayonara, una colegiala que seguramente con sus encantos debajo de la falda inquietó a mi Santi mientras él daba clases en los sextos cursos de un colegio aniñado. La muchachita se encargó de envolver a un hombre 12 años mayor a ella. Al ver como la niña había llenado su perfil (pagina principal de cada persona con cuenta en hi5 o facebook) noté rápidamente que era la típica niña con plata, estúpida, incapaz de hacer una exposición de secundaria decente y sin un pelo de personalidad; tenía lleno el fb (facebook) de fotos de sus farras, haciendo la pose de piquito con la trompita.. Aishh detestable!

No se que era más patético, las vidas de las mujeres que le descubría a Santi o verme a mi horas y horas frente al computador extasiada por la capacidad de inmiscuirme en las vidas de personas desconocidas para mi, o personas que exponen la parte de sí que más les gusta. En todo caso, siempre fue reconfortante saber que lo expuesto por alguien más nunca superaba ni lo que soy, ni lo que quiero y mucho… muchísimo menos la parte maquillada que muestro de mí...