Hay días en los que brilla el sol, otros cubiertos de nube y muchos mas de otros tipos pero todos tienen algo en comun, la vida sigue como siempre: las cosas no han cambiado, nada urgente nos falta en apariencia y sin embargo, hay dias en que nos sentimos mal, como incompletos, como insuficientes, como desalentados y extraños.
Actuamos fuera de lo normal, las cotidianas acciones se vuelven totalmente un reto en que casi siempre resulta en fracaso. Nuestros animos no son los mismos y nos ensordece el sonido que produce el estrellar de un alfiler en el suelo, la sensibilidad esta al maximo y de un color irritante.
Partir con el pie izquierdo es facil saberlo porque resulta ese día en al despertar y sin razon alguna, un desanimo habita en tu cuerpo el cual, vino desde los sueños, brotó en lo alto de la noche y se filtró en el alma por motivos que son dificiles de comprender.
Y vivimos ese día en que cuesta levantarse. En un dia que se comienza con el pie izquierdo, ya presientes que nada va a ir como uno lo desea, ese día que no tiene color, cuyas horas vacias son de recelo o ligera zozobra.
Cuando termina el dia, solo esperamos dormir para que se acabe y que el proximo venga con el pie derecho...
Ese día, es un día que se partio con el pie izquierdo. Pero depende de nuestras vidas y sueños dejar que los dias con el pie izquierdo sean como tales. |