Depende de los días, depende de las horas
hasta de los países y los ojos que avizoran
Cuando la tarde amenace enrojecerse un poco
pueden ser amor, hambre o tiempo de alboroto
Si anda caminando por el Cono Sur
es que ha recordado a los muertos del ochenta
todo el firmamento se hace iridiscente
y raya culpas rojas en la faz de la Derecha
Estando por los veinte años pequeño compañero
espectará a la nubes con el corazón caliente
el día y la hora en que duela más su pecho
seguro que arreboles, dictarán su suerte
Ya arrugas en la frente, piel marchita y pelo cano
entre nieblas rojizas, el cielo va callando
es una despedida para ese cuerpo magro
apenas sostenido por el viento manso
Texto agregado el 19-03-2009, y leído por 246
visitantes. (1 voto)
Lectores Opinan
14-11-2010
Siete el número de la suerte, ésa que se va perdiendo cuando asoman elementos como el pelo cano y arrugas en la frente. Un himno de amor. Estrellas vienen volando. FaTaMoRgAnA
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