Llegan de muchas formas, colores y sonidos mas o menos entre bambuco y vallenato, se agolpan como un racimo de corozo, ese que sirve para la sed y para coger murciélagos, todas son verdaderas cada cual con lo que conoce de ti, al compas de la lluvia danzan en una fila interminable, el ritmo es imposible de adivinar hemos escuchado tantos.
Todo lo que tengo te imagina, te presiente, te dibuja; el computador se enciende solo cuando sabes que estas; últimamente las oficinas trabajan menos, es que saben que estoy hablando contigo aun en el sopor del medio día.
Ya no espero de igual forma, ya no espero como antes y contrario a lo que me gustaria decir me sudan las manos mientras te escribo me embobo cuando sonries y me encantan tus respuesta.
Te voy a ver con la certeza del que compuso su canción sabiendo que iba a dar serenata aunque no le abran la ventana, aunque a veces como decia mi abuelo hay mar en la montaña.