Y llegará el fin y segará la vida
la soga de la inocencia.
Atrás quedarán los lamentos de cristal
y sueños rotos, y el futuro no será nada.
“Nada, nada en tu nombre, tu reino nada,
tú serás nada en la nada como en la nada”*
Y ella inundará el ser de algo nuevo: la inexistencia.
Ya no habrá dolor, condena del hombre, infierno.
No quedará llanto, no habrá deudas ni ruinas,
no habrá cuerpo, ni entrañas, se apagaran los ojos,
morirán las ideas, callarán las palabras.
Y tras la soga seguirá la nada, inexorable e impaciente
borrara el recuerdo, relegará al olvido, traerá la paz.



*Hemingway