- Chao.
- ¿chao?
- Sí, me voy.
- ¿A dónde?
- Al sur.
- ¿A qué?
- Cambios…
- ¿Con quién?
- Nadie…
- ¿Por qué?
- No lo sé… supongo que la locura se centró en un “plan absurdo” que no acabaría nunca en nada por no ser más que ese “plan absurdo”… como esa puta libélula, que deja de ser una mierda a una preciosidad y tal su simple pero absurdo plan sobre su efímera extensión vital, decidió, por pura lógica, follar todo lo posible! Eso sí, a la orilla de un río… entonces, absurdo se convierte e vital… vital dejar de ser… se convierte pues en pena, castigo, muerte… por lo que un plan absurdo debe ser llevado a cabo en una efímera vida que nos parece hoy día, nos parece un sin-vivir, cuando el tiempo decida que así sea realmente, veremos un libro… el libro que escribimos a diario… nuestra vida… y tan solo se reflejaran la decisiones que nunca dimos tomado, o al menos, para bien. Ese libro sería el mismísimo infierno, en el que leeremos una y otra vez… “- mañana…-“, “ -debería…-“ bien, por qué no?
- Psss! Yo que sé. Porque es lo normal! Porque no tienes nada a que ir al sur…
- ¿¿Vale, con quién??
- Yo que sé… tu novia o pareja…tu amiguita… eso es, a tu edad es así no? lo normal…
- Bien, y el “¿a dónde?
- Hombre sí, aun estamos en invierno… cuánto más al sur, mejor. Pero..
- ¿Entendido? Ciao.
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