Y repito en mi cabeza cada una de las imagenes pasajeras de ti, la pupila sigue dilatada.
Tu perfecta opulencia personal me hace sentir inconciente, cada mirar de tus ojos, cada sonrisa sincera, provocan un suspirar càlido en mi piel, tu presencia me es tan reconfortante como ninguna otra. Sigues parado en esa estrella ofusca. Yo te miro a lo lejos desde tal altura inalcanzable en la osuridad, al caer la noche tu luz me cobija, pero tu no te acercas, cinco puestas de sol, sigues ahi, inmovil, al caer las sexta bajas, flotando con ligereza, alimentas mi tallo y te vas, dejando detras de tus pasos un camino de cemento repleto de girasoles rojos fluorecentes...
...despues...
La espera es aùn mas larga, incrementa, necesito sobredosis de tì, mi adiccion engrandeze .....
seco los petalos y los guardo en mi corazòn. |