Gota a gota la matinal lluvia lava de pecados mi alma; reconcentradas capas de frustración, rabia y hastío acumuladas en la fría noche, empiezan a ser diluidas lenta y monótonamente por las plateadas gotillas de agua, que altivas ruedan por mis mejillas dejándose arrastrar por un destino obstinado y bufón, que se regocija en limpiar mi alma cada mañana, para luego dedicar el resto del día y toda la noche en impregnar de ansiedad mi ser, al punto de dejarlo mas sucio y cargado que en la mañana del mismo día.

Se forma así un círculo vicioso, en el cual cada matutino baño, de las danzantes perlas de lluvia, se hace más trabajoso y arduo, tanto así que las ultimas tres o cuatro ocasiones no han alcanzado a limpiar del todo mi carne, y se a empezado a acumular una pequeña pero in removible cantidad de frustración, que como tímido gusano perfora lentamente el fruto mas puro de mi esencia.

Hoy desperté y note que a diferencia de todos los días del último año “no esta lloviendo…” y el gusano de la frustración se estira y retuerce de alegría pues hoy tendrá alimento de sobra, hoy las lagrimas serán las únicas lacónicas pasajeras de mis mejillas,
Y el gusanito muy bien sabe que cada lagrima le hace crecer un centímetro, centímetro que lógicamente será devorado de la fruta en la cual se encuentra el anacoreta gusano (es de recordar que dicha fruta es mi ser, mi esencia, mi memoria, mi conciencia de mi mismo… Bueno eso creo, no lo se, no recuerdo nada, pero juraría que algo me devora por dentro y ya se a devorado gran parte de mi esen… creo que estaba escribiendo algo, que?, como?)