En el Arwaturo, a orillas del gran Lago de Ñawinpuquio, Yawar yace reposando junto a su amada Urpi, han pescado truchas, las han abrazado en fuego, fue un delicioso festín, comen nísperos jugosos, ambos son dichosos, Urpi, esta embarazada ya, un ser late en su vientre, Yawar es doblemente dichoso, más que nunca.
Ya acostado en su lecho, junto a Urpi, apaga la hoguera de su hogar, para dormir, que mañana ha de madrugar, Yawar tiene una franca batalla con el hno. de Urpi, a espaldas de ella a retado a Yawar, aduciendo deshonra, Yawar no se ha negado y acudirá muy de mañana a orillas del Ñawinpunquio antes de que la Aurora apunte.
Aparece Túpac, formidable, único, grandioso, súper ofensivo y lapidador, dicen que jamás perdona y ha jurado arrancar la Piel de Yawar, sus ojos destellan celos, la neblina del Lago le hace mas malévolo, al acercarse al lugar de batalla, sus ojos ensangrentados por la falta de sueño, hacen de él un temible enemigo, dicen también que el, solo, ha aniquilado a 12 soldados de Norte, únicamente con sus manos, tiene determinación, y es fiel seguidor de su Señor, el Gran Tupac Yupanqui Inca, ruge cual depredador, cual lobo hambriento, encargado de su Padre, va a limpiar el honor de su Ayllu.
Apunta ya la aurora cuando por un lado de la pradera asoma Yawar, al lado de su hermoso Puma, se acercan a paso veloz, al observar a Túpac, Yawar, acaricia la cabeza del Puma y hace que se siente en sus dos patas traseras y le increpa esperar y observar.
Yawar, está ansioso, el es un gran luchador, matador de bestias, la gente lo ama, no se explica cómo los habitantes de los lares aledaños se han enterado, y por cientos hacen su aparición en aquel lugar de batalla, se anima mas aun, demostrara en frente de todo el mundo que, que, su libertad y felicidad nadie, nadie se lo quitara así nomas, que no sirve a Inca alguno, que no se someterá a caprichos de extraños, e intentara persuadir a Túpac que lo deje en Paz. Ha medido todas las posibilidades, está dispuesto a agotar todas sus posibilidades.
La multitud hace un círculo alrededor de los formidables contendientes, saben que Túpac no se detendrá, conocen a Yawar, también saben en que terminara todo esto.
Yawar, con su tierna mirada y potente fulgor, increpa a Túpac y le dice:- sabes que amo a Urpi, deja que ella sea feliz conmigo, vete en Paz y esto será olvidado- a lo cual, Túpac responde con un terrible golpe a la garganta de Yawar, quien rueda por los suelos tratando de respirar con dificultad, no se ha resignado aun, le dice- Tu, Tu...arg, Tupac, vete en Paz, por favor, por favor..arg!!!
Túpac da un formidable salto, y en su caída se ha provisto de un arma mortal, un combo con filudos huesos impregnados en su superficie, apunta directo a la mandíbula de Yawar, este adivinando el fatal golpe, casi de manera inconsciente, detiene a Túpac con su poderosa mano, con la inercia del movimiento, ambos ruedan enrollados cual bestias salvajes, rugientes y furiosos.
Yawar desfallece, las piernas le flaquean, sin embargo una idea cruza en su creativa mente, su hijo, su hijo, como arte mágico la sangre vuelva a calentarse, y esta vez ya no hay retorno.
Esta muy magullado por las arremetidas de Túpac, ahora el comienza a descargar sus formidable golpes, esta desarmado, ora, un golpe potente con sus puños en el mentón de su contrincante hace trepitar su rostro enjuto y cetrino, luego inmediatamente descarga un terrible golpe con los pies en pleno cogote del ofensor, hace que este se tambalee, hará honor al Dios de la batalla, no retrocederá ya, hará lo que tiene que hacer, la multitud vitorea, esta enloquecida por los acontecimientos, y por el giro de la pelea, ahora Yawar golpea despiadadamente a su rival, y con cada golpe la gente ruge y grita de emociones mil, saben ya que Yawar saldrá victorioso como en mil batallas, no a sometido aun a su rival, seguirá castigándolo, debilitándolo, tan solo con un propósito, que Túpac no tenga otra opción que rendirse, este, flaquea ya, sangra muchísimo, los golpes de Yawar le caen como castigos de Wiracocha, se va a resignar, va a renunciar, sabe que Yawar no lo matara, lo conoce, no queda más que , que ........rendirse!!!
Todos quedan estupefactos, quietos, que ha hecho, que Túpac se resignara y abandonara la pelea? se rinda, nadie se explica, hasta que ante ellos se despliega la verdad, la única verdad, al lado de Túpac tendido , se acerca una hermosa mujer con un niño en su regazo, acida en sus manos un cántaro con agua y unos paños para limpiar las heridas de Túpac, su esposo, si, su esposo!!, Túpac en medio del fragor de la batalla ha visto a su mujer, a su amada huayna Cusi, la ama tanto, prefiere aceptar una derrota que morir torpemente, ella, Cusi, con los ojos llenos de lagrimas, agradece con una dulce mirada a Yawar, este, ayuda a Cusi, juntos cargan a Túpac, y le dice a Túpac:- hermano, has brindado una gran batalla, golpeas muy duro, jamás me habían golpeado tan fuerte, ambos ríen, y se abrazan, Yawar a conquistado un amigo mas.
La multitud se dispersa, emocionados, tendrán una gran historia que contar, y allá va Yawar, Silva a Puma y juntos se alejan contentos y felices , desaparecen por entre las malezas que rodean el hermoso Lago de Ñawinpuquio.
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