El caso del anillo de plata perdido

En una de las zonas más pobres de Nueva York residía Érica.
Pobres porque las calles estaban empapadas de mugre, y los chicos se arreglaban lo más que podían para ir al colegio.
Y las mujeres más ricas eran las que llegaron por el camino fácil y las viejas eran feriantes.
Érica cuidaba unos chicos en la calle Wall Street.
Una tarde nublada caminaba por la oscuridad y a lo lejos vio un cartel que decía:
“LA SOLUCIÓN A TODOS TUS PROBLEMAS”. Como ella no le prestó atención siguió su camino. Pero una chica joven la llamaba con insistencia.
_ Entra no temas
_ ¿Qué quieres?
_ Me llamo Ángela y puedo saber lo que te pasará dentro de unos minutos
_ No creo en esas cosas
_ Deberás hacerlo – y le entregó en mano un anillo
_ Pero te dije… - y al volverse no estaba
Trabajando en la feria:
– Érica cómo estás
– Bien
– ¿Tu trabajo?
– Estable, quiero salir a buscar algo mejor
– Está bien que pienses así
– ¿Cómo está señora Feller?
– Nada, ya pasará, necesito hacer las compras y no tengo quien la cuide esta noche
– Yo puedo
– Eres una santa
– No lo soy
Esa tarde sintió que algo pasaría, pero no estaba segura de qué, en su cuerpo extrañas vibraciones lo recorrían.
Su mente estaba muy cansada y débil, quería descansar.
Durmió 2 horas.
Sonó el teléfono:
_ ¿Te desperté preciosa?
_ Mike
_ ¿No te alegra escucharme?
_ Sí
_ Bueno, te tengo una sorpresa
_ ¿Qué?
_ Estoy en tu puerta
Le abrió y lo invitó a tomar unos tragos.
Recién llegaba de un viaje del interior y quería descargarse con su novia.
Justo en el momento de la penetración interrumpió el teléfono:
_ ¿¡Quién!?- enojadísima se vuelve hacia su novio y le pone cara de puchero
_ Soy Dora
_ Señora Feller ya voy
_ ¿Puedo llevar a alguien?, ¿a Mike?
_ Si se comporta- vacilaba mientras hablaba
_ Tráelo
Dentro de 10 minutos, llegaron en auto porque vivía a pocos kilómetros.
La casa vestida con un aspecto lúgubre, tenía un cartero agradable, un pajarito.
Le produjo una confusión en su cabeza tremenda.
_ Qué linda alhaja
_ Sí, me la dio una chica
_ ¿Y cuándo?
_ Ayer, ¿por qué?
_ Tranquila, eres desconfiada y eso es un error
_ Cuánto tardará
_ Un rato
Desde ese momento un temor sacudió sus huesos.
Mike parecía en otro mundo, sólo pensaba en concretar.
Lavó la vajilla, limpió los muebles, y él hizo las camas y descolgó la ropa.
_ Ahora, ¿estás lista?
_ Pedimos algo para comer
_ ¿No tenes ganas?
Se puso el anillo y se cayó un árbol manzano. Y el pájaro del cartero también.
Mike la tomó del brazo y se la apretó, justo en la penetración interrumpió una llamada.
_ ¡No puede ser! Se tomó la cabeza, no lo podía creer
_ Me gusta que estés caliente
_ Estoy caliente
Boludeando pidió un deseo, quería que Mike le regalara un ramo de rosas.
Fue al baño y a su regreso se lo dio.
Después quiso una pepsi en la mesa y todos los negocios estaban cerrados, instantáneamente apareció allí.
_ Mike, debo contarte algo
_ ¿Tenes ganas?
_ Todo el tiempo piensan en eso
_ Hace rato que no te veo, quiero que me entregues tu cuerpo
_ Hay tiempo
_ Dime qué pasa- el tipo resignado
_ Este anillo es raro
_ Es dorado
_ Puede cumplir anhelos
_ Déjame ver
Leía la inscripción: PARA USARLO CON PRECAUCIÓN.
Pensó que Érica había perdido el juicio.
Repentinamente empezó a llover.
_ ¿Quiero que me digas la verdad?
_ ¿Estás viendo mucha televisión?
_ No me importa, yo lo pedí con confianza y se me cumplió
_ Loca, o no, a mi me gustas así- la tomó y la penetró
La señora Feller tocó varias veces para entrar y escuchaba unos gritos escandalosos.
A la fuerza:
_ ¿Qué hacen en ropa interior?- preguntó perpleja
_ Disculpe, ¡qué reparo! – se pusieron pálidos
Al día siguiente habló con ella y le pidió disculpas.
Le dijo lo del anillo y le calló la boca. Sin saber el motivo.
Los próximos se lo dedicó a su pareja y a cuidar a los niños, se había olvidado del tema cuando la muchacha le predijo que sucesos horribles ocurrirían

CONTINUARÁ