No importa que desde la red ya no se me ubique porque al parecer el vínculo está roto...

No hay problema en que aún dentro de la misma página no se pueda acceder más a mi perfíl, porque los textos ahí siguen, haciendo calladamente un poco de ruido...

Lo reconozco, he abandonado a mis lectores, pero no es por gusto propio, estoy en esas vía que no permiten la vuelta atrás, esos senderos con tantas cosas que ver por delante, que no me he dado la ocasión de recapacitar y verter un poco de ese mundo en estas líneas.

Seguimos todos cuenteros o no, luchando con el día a día, buscando ese aliciente que nos ayude a sobrevivir en esta jungla, para que al llegar a casa, no tengamos a veces un sólo comentario o ni una mísera estrellita. Les sigo con estos ojos ávidos de la lectura anónima, que no deja evidencia de su paso.

Espero que así de menos sea con todos, aunque se hayan roto los lazos que antes nos mantivieron tan unidos a esta comunidad de almas solitarias.