No voy a morir de celos solo porque ya me dejas
Sin la sal de entre tus piernas y el azúcar de tus Tetas
No entrará en mis madrugadas, tu recuerdo sigiloso
Para hundírseme en la cama con algún rumor morboso

¡Mientras tenga una guitarra y el corazón peregrino!
Tendré caliente la cama, y lleno el vaso de vino
Si te vas, no me prometas maldiciones que no cumplas
Quizá el que no te detenga, explique por que me insultas

Me consideras vicioso, victima de tus encantos
Mujer, te lo reconozco… como tu lecho no hay tantos
Sin embargo todo cambia y en el cambio se prospera
Cuando la visión se enmienda, hacia una mejor vereda

Tus encantos y amuletos no han de servirte de nada
Unas vez que te ayas ido, la puerta estará cerrada
Se fugaron los licores de tu pasión, por mis grietas.
¡Nunca te acoplaste al hombre, siempre te atrajo el poeta!

Mal y tarde estoy cumpliendo la promesa de escribirte
Pero saldadas las cuentas, paso bien a despedirte
No prometí que serian, de caramelo los versos
Pero al fin, son poesía, ¡y no prometí más que eso!

No me colgaré a tus faldas a llorar por que te quedes
¡No le lloro ni a la luna/ la más fiel de mis quereres!
Tus insultos no hacen mella, ¡son la crisis de tus quejas!
Te vas podriendo de celos, y eres tu la que me deja

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