No te acerques peregrino,
mi mal pudiera contagiarte...
Vivo con el sentimiento amortajado,
extraviando soles en el camino.
Nieves de eternas ausencias,
se incrustan en mi alma desmembrada,
hielos de perpetuas soledades
carcomen mis instantes.
Túnica bordada de olvidos,
sandalias sucias de desprecios,
Soy voz sin eco, caricia volátil,
latido sin ritmo, pasos sin ruta,
alas quebradas, lágrimas de piedra,
sueños destintados, ilusiones abortadas,
anhelos agrios, deseos carcomidos,
corazón destilando rubíes...
¡sangre congelada!
No te acerques peregrino,
¡Mi mal pudiera contagiarte!
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