¡CON VOSOTROS ESTOY…!

Ábreme, Señor, los ojos,- que te vean cruzar las calles,
Estar en parques y plazas,- tomar un vino en los bares…,
Te vea, buen Dios, esperando,- cuando vas a comprar panes…
Y, a veces, te vea clavado,- en clínicas y hospitales…
O herido por la metralla, -de tantas guerras infames…
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Cavilaba esta mañana- cómo encontrarme contigo….
De pronto, pensé y me dije:- “pero…, si estás en mi piso,
En mi ciudad, y en las otras…,- y en la casa del vecino,
Y en la iglesia, y en el pueblo…,- y en el lugar más perdido…
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Te quejas, Jesús, de un cáncer,- de unos dolores de muerte…
Pero, tienes esperanzas…, -se respira en el ambiente…
Gruesas lágrimas calmadas, -de tus ojos se desprenden…
Y una mirada profunda…,- y una sonrisa muy leve.
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Y tus labios musitaban…-una oración tan callada,
Y tus manos me apretaban,- como un nudo en la garganta…
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Te veo, Señor en el niño…que corretea en la calle,
O confiado camina,- de la mano de su madre…
También, en aquel que muere,- en una guerra infamante,
Y tiemblo por Ti, Jesús,- cuando estás sufriendo de hambre…
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Llevas un paso cansino,- cuando cruzas por mi lado
Con la mirada perdida….,- y en los pasos del anciano,
Que torpemente se arrastra, - con el peso de los años,
Y que suplica y espera- que yo sea su cayado…
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Tienes, Jesús, unos ojos, -con pinta de enamorado…
Lo vi en aquella pareja,- que se miran arrobados,
Y sueñan, mientras caminan - felices…, ilusionados,
Y que añoran un hogar - y unos hijos adorados…
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También te vi, mi Señor, -en la taberna de al lado,
Junto a un chatito de vino,- en diálogo reposado,
Entre el incienso del humo,- con camioneros cansados,
Hablando de tu evangelio- y de los goles marcados…
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Sé que estás y que me esperas,- en mi iglesia de San Pablo,
Donde chicos y mayores, -entre rezos y entre cantos,
Te cuentan sus alegrías - y también sus desencantos,
Buscando paz para el alma- y alivio para sus llantos….
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Ábreme, mi Dios, los ojos,- para seguirte en tus pasos,
Y, a lo largo de la vida,- dame pensamientos sabios
Y un corazón muy de carne,- para amarte en mis hermanos…,
Y, sobre todo, en el pobre- y en el más desamparado.

EMILIO CORONA --- Marzo 2009