A LA MUJER


Gracias.
Gracias por darnos de comer tu manzana
Que por prohibida nunca mejor el placer será...
Pués perder un paraíso lo vale por tí mujer
Y así lo más intenso compartía.


Heredera bendita del legado a la especie
Mas extraña y perfecta del Universo
Que de tu vientre parto a la vida que me rodea
Y me empuja a amar y palpar la metamorfosis
De los cuerpos que me abrigan.


Suave piel de miel y terciopelo donde el grito
Del silencio es la danza del perfume de la melancolía
Melancolía, que me atrapa en estos versos
Y no puedo rasgar la inspiración que embriaga
Me traga y dejo llevarme por ese echizo.


Cuanta luna, cuánta prosa, cuna, cama, olor a comida,
Llantos, dulzura y caricias, maternidad e intuición percibida.
Cuanta mitad de dualidad posees...
Que me duele cuando no estás y no me perteneces.


¡Hay mujer! No es solamente belleza y amor
Las cién virtudes en tí que me entregan
No es solamente pasión por reconocerte...
Es esa simple manzana que compartida inoscentemente
Me convirte en mortal para siempre...

Eternamente.