ESPEJOS
...hoy, al cabo de tantos y perplejos
años de errar bajo la varía luna,
me pregunto qué azar de la fortuna
hizo que yo temiera los espejos.
(Jorge Luis Borges-Los Espejos)
Llevo demasiado tiempo necesario,
intentando separar las cartas de cada vez,
quizás arriesgando vida, al punto de olvidarla.
Como si estuviera frente a un espejo roto,
y cada uno de sus mil pedazos
me devolviera
alguno de esos instantes (ya no los puedo precisar).
Cada uno de sus reflejos me devuelve una figura atroz,
sin forma, sin color...
Con olor a encierro, que se pudre y sangra y duele, al punto de ya no sentir.
De ya no ser.
Giro desde dentro,
hacia afuera,
como intentando escapar de un encierro a perpetuidad
y encuentro
la imagen que precisaba recobrar.
Frente a frente, de pie ante cada una de ellas,
veo
esa imagen largamente extrañada, olvidada,
de una sola vez,
con una ténue sonrisa dibujada en si,
con el miedo de saberse inundada
de ese color de martes,
que era negro.
Y ya no lo es...
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