ENCIERRO
Qué extraño secreto encierra la planta que está sobre mi mesa.
Por las noches me cuesta dormir. Mejor expresado, tengo temor de conciliar
el sueño.
La amenazadora planta, cuyas hojas están orientadas hacia la ventana (por
razones más que obvias de luz y calor), parecieran que vuelven su anverso
hacia mí.
Esto pasa por las noches. Por las tardes la planta está muy ocupada en mirar
hacia afuera. Es por las noches, ya lo he estudiado más de una vez.
Cuando apago la luz, se apura para girar. Por eso, hace varios días que no
apago la luz. No se da vueltas, aunque me ha parecido que en ocasiones
esporádicas, voltea una de sus hojas de más arriba, como tratando de
observar si me he quedado dormido.
Hace varios días que no duermo.
Ayer, en momentos en que se ponía el sol, la planta se movió hacia la
puerta. Extendió sus hojas y se posó en el picaporte.
Tengo miedo de intentar salir. No voy a hacerlo.
Me fijé en la heladera y aún tengo una presa de pollo, dos litros de leche,
salsa de tomates y un pedazo de dulce de batatas con chocolate. Además hay
fideos, yerba, azúcar, saquitos de te y dos litros de vino tinto.
Me voy a instalar en la cocina, porque he notado que la planta ha dejado una
de sus hojas, la de más arriba, constantemente siguiendo mis pasos.
No le voy a poner agua. Esperaré a que se seque para volver a salir.
|