Oigo a los que llaman y persuaden
con sus voces engañosas,
la corriente que me arrastra
hacia el parecer de los que dicen
que es normal en estos tiempos;
Y hay quienes plantean
someter el pensamiento y
de amoldarnos a una idea.
Es preciso que asintamos,
no podemos resistirnos
cuando el número da fuerza.
Nadar contracorriente
es caminar en solitario
a pesar de los esfuerzos,
es caer en la inconstancia y
nos agobia el desaliento.
La añeja conducta humana
en búsqueda de presa
cierra el ciclo natural,
sin embargo más allá
de esta frontera inerte
que son los huesos;
aquella diferencia sustancial
entre las bestias
y las que no lo son
permanece en nuestras almas.
Texto agregado el 05-03-2009, y leído por 902
visitantes. (18 votos)
Lectores Opinan
10-04-2011
es bueno solo en la rivera del mundo se puede encontrar una pequeña verdad astartita
a pesar de nosotros mismos , tiene una fluides que casi se lee solo , transmite la sensacion de los ecos externos que se mescla con nuestro interior juanjair