Como hálitos misteriosos
entre remotos instantes
cuando nacía este siglo
llegaron los inmigrantes.
Descendiendo del pasado
y abierto en muchos cauces,
como un caudaloso río
extendiéndose en los valles,
llegaron a esta América
de tan variado paisaje,
nos marcaron con un sino
de tesón y de corajes,
impregnando nuestras almas
de culturas ancestrales,
de una Europa con historia
que nos dejó sus bagajes,
y se mezcló con la tierra
de criollos, con su sangre,
y es por eso que tenemos
estas mezclas culturales,
que no sé si hay latitudes
que pueden tenerla iguales,
y el orgullo de llevar,
sigiloso, en nuestra sangre,
el duendecillo travieso
que anduvo en aquellos lares,
que el corazón atesora
con gratitud incomparable.
Por el país que dejaron
para habitar esta América
adonde hicieron su vida,
fecundando nuestra tierra,
trabajando sin descansos
para lograr las cosechas,
o laborando en fábricas
en tantas duras faenas,
o comerciando y tratando
de lograr ansiadas metas.
Y dónde nosotros somos
como hijos de estos"pagos"
la amalgama de los sueños
de nuestros antepasados.
Es por eso que proclamo
con orgullo desbordante:
! no solo soy argentina!
! yo soy nieta de inmigrantes!
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