Triste y alegre artista creador del humor mediante tus labios pintados de pobreza y tu peluca carcomida por el polvo, ¡tu, triste payaso! de mirar profundo y opaco, que aceleras la adrenalina con cada verso humilde que entregas a la gente. Recuerdas esos momentos cuando niño y te ries, pero por dentro lloras. Entregame hoy tu arte, amigo y demuestrame lo feliz que eres actuando, mientras los aplausos te alimentan el alma que llora cuando el dinero falta y que rie cuando el sol brilla.