(… de una declaración de un reerde…)
…bueno, ¿y entonces todo eso que llaman cultura eso solo una desgracia?: Ah, ah cultura, cultura, que sobrescribes sobre mi biología (la que del principio de los tiempos ya había dibujado mis senderos y atado mi vuelo), siglos antes de mi concepción ya preparabas el cincel con que irías esculpiendo cada uno de los rayos que atraparán mis ojos y cada uno de los sonidos que recibirán mis tímpanos y con el filo de los sonidos que usamos para nombrar a cada trozo del universo irás tallando mi inerme mente. Día tras día mis propios guardianes irán anteponiendo un lente tras otro sellando las cuencas de mis ojos (bloqueando furtivos fotones) y día a día, minuto a minuto, se irán agregando nuevos lentes amontonándose unos delante de otros, hasta formar unos catalejos con los que descifro el universo, escaneándolo, mapeándolo por capas, (la vida, el juego, el dinero, los amigos, el amor), nada escapa a mis lentes que todo lo des-cifran a código de palabras y de humores, y con el tiempo – los privilegiados de siempre – irán agregando más aún hasta alcanzar una visión de rayos X, y así se juntará tanta descarga bioeléctrica en mi cerebro, tanta biología con pasado, tanto corazón conmovido, que empezaré a llamar certezas a mis descifraciones y nada me hará dudar, y me hará padecer la ceguera mas destructiva; la del orgullo, y así vivimos y morimos flotando en medio de esta bruma luminosa y opaca humedecida de ideas, costumbres, recuerdos, utensilios increíbles, cuya rosca adeneica vamos avivando con fugases aciertos y con largas caídas, como hilos de seda, uno tras otro, hasta hacerse irreconocible un momento de otro de esa biografía de la humanidad que llamamos historia. Cultura, única verdadera nave del tiempo que nos trae hasta el día de hoy, casi intactos, tu garúa de baudelaires, de sócrates, de prometeos, quijotes, mussorgskis, hendrixs, marxs telares, antibióticos, biochips, donde cada generación es relevo de posta, cantando así este misterio de tener una piel fresca y ser milenarios… extensión atemporal, axón inalámbrico…
Dame más, más Señor, líbrame de mi orgullo para entrever la maravilla de tu creación… abre mis febriles ojos que te adoran Dios mío. Bendito seas por siempre, como te adoro Dios mío. Amén
|