Hay que dejar que el tiempo pase y te cures, (risa) no hay anestesia para lo que vos sientes. (suspiro) pobre muchacho.

(silencio)

¿No será que lo que de verdad te duele es el orgullo? Acepta que ya no estabas enamorado de ella ¿No fue eso lo que me dijiste? Eras tú el que estaba decidido a terminar todo ayer.

Claro, no esperabas que ella no apareciera el día acordado, cómo ibas a saber que te estaba dando una neuralgia y que justo en el momento en el que se pusieran a hablar tus muelas iban a dolerte y posteriormente se te iba a paralizar la mitad del rostro.

(silencio)

(silencio)

Pero francamente apenas se te nota, ahora yo te veo mucho mejor, es más, si no te conociera desde antes no notaría nada extraño en tus gestos. Me alegra oir que ya te hayas reído al menos una vez, ya te vas a acostumbrar a ese dolor.

Trata de pensar lo menos posible en lo que pasó, pero si ya ves que empiezas a acordarte debes tratar de estar tranquilo, cuando venga esa sensación simplemente respira y trata de desviar tu atención a cualquier cosa.

Piensa que todo lo que ha pasado tiene que ser para mejor, eso si depende de tí, con el pasado no se puede hacer nada, solo dejarlo ir. Sí... bueno, entiendo lo que me dices...

(escribe algo en un papel)

Déjame decirte algo, todo esto solo prueba que ella no era la mujer para tí (...) piensa que ahora se te acaban de abrir miles de posibilidades ¡Ahora te toca ir por ellas!
Lo único que no debes hacer es estancarte, simplemente ocúpate de tus cosas y vas a ver que pronto ni te acuerdas.

No te preocupes, todo va a estar bien, tómate cada doce horas esas pastillas y llámame si te sigues sintiendo mal.