Recorrer en tus mas profundo interior, cavidades abismales, inimaginables profundidades de realidades ónticas acalladas por la superacion del lenguaje.

Hundirse, pasar al otro lado, negarse y superarse, adentrarse en el ocaso, OLVIDAR habiendo alguna vez comprendido que la Verdad es Mujer.

Aquella sensación de una profunda mismidad metafísica que toca los llimites de la locura de un quijote que trans-forma su realidad en cuanto la propidad de su verdad motivante y sintiente.

Me doy cuenta de que el mundo no llega la actitud de rodearnos buscando el ser asimilado, clasificado, conceptualizado, sino más bien somos los entes que nos adentramos en su perturbadora existencia atemporal.

Mujer eres mundo, eres verdad, a donde llego terminando mis atormentados días de dolorosos escepticismos , de donde vengo, donde resido y me hago niño.