Se quedo la sonrisa a media tarde y mi dedo buscando tu nombre; como a sabiendas de un desencuentro, llamándote "amor" a solas. Esperándote siempre con la mirada perdida por el miedo a que tu alma no fuese para la mía su complemento y que con una palabra me abandonará de nuevo a la vanagloria y a la depresión constante. Idealizando encuentros impregnados de un jamás será entre las aceras de la ciudad desgastada llena toda de aceros y de olores, de rostros sin expresiones. Junto a mí tu presencia dispersa llena de sombras del pasado de lo que antes no fue pero con afán de regresar y yo con la esperanza inútil de un será… todavía, todavía. Una vez más las palabras hicieron de mi sombra la sombra de tu sombra, vital respiración de mis suspiros y la fuerza de mi espalda sueños de tomar con mi vientre las esperanzas de tus ojos añoranzas de tu vida volviendo carne la esencia para seguir, a través de nuestro tiempo, caminando y convirtiendo mi sangre en dulce sueño de tus ojos sin brillo, felicidad de tu pálida sonrisa y suspiro de tu peculiar nariz; y así, ahogando mis gritos tras el dulce llanto, entre mis brazos guardarte sosteniendo el mas grande sueño, completando ya con ese dulce latir una sola vida.
Mi error tal vez querer tus sueños como míos amarte demasiado cumpliendo espectativas a la sombra de tus alas, pero no puedes culparme por ser así de fría pues tus palabras me herian por muy sutiles... eras aquel, eras él.!!!!!!!!!!!!