En un principio estaba un joven, cuya vida pasaba tan rápido y a la vez tan lento. Sucesos, escenas, hechos, muchas cosas le atormentaban y pocas le hacían fascinarse del mundo en el que vive.

El tiempo jamás se detuvo y el joven se hizo hombre, y su vida, seguía en el mismo orden, en la misma linea, y con un hueco, un hueco que parecía no llenarse, pero él no sabia donde estaba el hueco, no sabia donde estaba y si no lo sabia no podía completarlo, necesitaba primero encontrarlo para llenarlo, con algo, con lo que fuese sólo con llenarlo pues era una medida desesperada.

Pues bien el hombre, buscó en los confines del mundo, ese mundo que muchos no ven, uno que está dentro de si. Cuando entró, apenas y podía creer nada de lo que veía, mucho menos lo entendía. Lo que vió: luces de perla y plata, era bello pero le cegaban. Jamas nadie le había contado, si tan solo alguien le hubiera dicho lo que era, si tan solo alguien le hubiese explicado qué es lo que guarda ese mundo. Y es que la verdad muchos no saben.

El hombre conoció a un Viejo que quería enseñarle cosas magnificas y el hombre deseoso de aprender acepta. Creia que si aprendia todo por fin, llenaria el hueco, por fin lo encontraría y lo rellenaría con algo con lo que fuese.

El viejo comienza a enseñarle que existe en esta vida algo tan poderoso, tan místico, tan misterioso que ni todas las mentes humanas podrían describirla, podrían entenderla, o podrían superarla, pero que sí podían sentirla. El hombre pensó que tal vez era eso lo faltante en el estante de su persona, quizás aquí estaba el rayo de luz que tanto anhelaba.

Así pues, el hombre fue aprendiendo, la vida le decía al oído que se avecinaba lo mejor. Un día el hombre descubre un poder en su interior, una magnificencia, por fin después de su juventud sintió ganas de continuar.

Al conocer y aprender, el hombre sintió vida. Días después, cuando todo parecía alegría, cuando parecía que no podía ser mas perfecto sucede algo que sabia que pasaría, presentía un encuentro, pero no a tal magnitud.... se le aparece un ángel, así es, un ser alado y bañado de luz. El hombre la observa detenidamente y siente algo que jamas en su existencia había sentido, algo a lo que muchos llaman "amor" pero que él lo conocía con otro nombre, pero jamás lo había experimentado. El hombre se enamora del ángel, pero... este ser femenino angelical venia con una misión de un mundo invisible.

Venia a decirle que existía alguien mas grande que todo el Universo y que estaba viéndolo, había alguien que siempre había estado interesado en él. El ángel le dijo tantas palabras bellas que el hombre se derrumba de si y derrama lagrimas.

Sus lagrimas le limpian y piensa que tal vez él era especial, siente que es único, original, magnifico. El ángel al ver que el hombre había entendido comienza a retirarse. El hombre enamorado queda herido por la partida y en un momento un relámpago le ciega. Días después el hombre descubre el hueco, POR FIN HABÍA ENCONTRADO EL HUECO, EL QUE TANTO HABÍA BUSCADO AHÍ ESTABA! y tenia una nota que decía: Lléname con amor.

El hombre encuentra un día un libro, uno de pastas gruesas y hojas doradas, uno que es ilegible para algunos porque su luz ciega. Del libro sale una voz que le explica cómo fue creado, quien lo hizo y cómo debía hacer para construirse, cómo debía hacer para conocerse a si mismo.

El hombre entendió, y supo entonces que hubo alguien que lo amó, y parecía no poder creerlo, alguien antes que él supo que existiría y le preparo un camino, el simple hecho de pensar que él estaba pensado, que había alguien interesado en su existencia le hacia caer de rodillas implorando a este alguien que se apareciera para rendirle gloria.

Días después el hombre llena el hueco...Se había completado, se había conocido así mismo, había aprendido que el hueco lo hacia insatisfecho, había entendido que era parte de una creación mas allá de su imaginación, y lloró...

Al día siguiente el hombre sale a la calle e iluminaba todo cuanto tocaba, sentía que era guiado, sentía que era amado y lo más importante, él estaba amando, de su ser emanaba el poder mas grande, el poder que creó el universo entero y que lo mantenía, POR FIN SU VIDA ESTABA COMPLETA y una voz le dijo: "apacienta que pronto llegará una persona y le amarás". Cosa sencilla para él.

Ahora el hombre un día a la semana, se arrodilla,y agradece cada cambio en su vida, agradece cada detalle, supo entonces que nada en esta vida, nada, sucede por casualidad, entendió que DEBÍA PASAR POR LO QUE PASÓ PARA LLEGAR HASTA DONDE ESTABA. Y es que el hombre ¿cómo iba saberlo?. Supuso entonces que su vida vendrá cargada de brillo y luz, porque como ya lo presenció, uno nunca sabe.

FIN