Esa noche llegaba muy a prisa, mas rápido de lo normal, pocos notaron como el sol corrió a ocultarse rápidamente tras la ultima montaña del horizonte, porque pocos eran los que sabíamos la verdad acerca de el y su irracional miedo a la oscuridad.

Embelesado observe por varios minutos como el cielo se torno de un azul claro y pálido a una gama de bellos tonos rojizos, mientras el sol parecía observar asomando solo un poco la cabeza tras la última montaña como un niño asustado.

Y cuando la noche envolvió totalmente el paisaje, volví a mirar la hoja en blanco que tenía sobre la mesa mientras miraba a través de la ventana. Tome un lápiz y le escribí:

Querido Sol:

¿Porque huyes? ¿Porque cada noche cuando la oscuridad llega corres a esconderte?, no tengas miedo, no hay nada que temer porque siempre tras una noche oscura llega el amanecer de un nuevo y brillante día lleno de alegría, luz y tranquilidad.

Luego tome la nota la deje sobre el borde de la ventana y sabiendo que nadie jamás la leería la queme, y observe como el humo y las cenizas se disipaban en el viento. Cansado me levante y me dispuse a dormir.

Al levantarme acompañado del amanecer de un nuevo día, me estire tratando de espantar el sueño y moví la cortina que cubría la ventana de mi habitación, al moverla algo cayo a través de la ventana que había estado abierta toda la noche, y al tomarlo note que era una carta, cerrada con un sello que parecía de fuego, la abrí desconcertado y leí.

No confundas la humildad, y la sencillez con el miedo, tan solo me hago un lado cada noche para permitir que mis amigas la luna y las estrellas brillen en todo su esplendor y deleiten a miles de seres vivos en el mundo, algo que tu, como amante de las estrellas deberías comprender muy bien, noc confundas tus propias ilusiones con mi realidad

Att: el sol

Y entonces lo entendí, yo era el que estaba equivocado, guarde la carta y busque bajo mi cama la ultima nota que me habías enviado, la tome y leí “¡No confundas el amor... eso es solo una ilusión!”. Y esa noche en tu casa por la ventana de tu habitación cayo una carta escrita con mi puño y letra que decía:

No confundas tu ilusión con mi realidad, no confundas el amor… el amor nunca será una ilusión.