Si uno supiera lo que acontece tras esos ojos, no contemplaría la luna por muy radiante que se mostrara, ya que ésta es sólo un exiguo reflejo de la luz que por ellos brota.

Si uno supiera lo que mora en su pelo, no pondría el rostro al inconstante y efímero viento, ya que éste es sólo una tenue brisa de lo que le sobra a su firme pensamiento.

Si uno supiera lo que surge de su silencio, no proporcionaría oídos a los ecos perdidos en el tiempo, ya que estos son sólo la más breve esencia del aroma de sus palabras.

Si uno supiera lo que amamanta su seno, no buscaría en los arrabales la piel de los errantes muertos, ya que ésta es sólo el sobrante de todos sus laboriosos sueños.

Si uno supiera lo que sustenta su cuerpo, no desperdiciaría la corta vida con insignificantes afanes, ya que estos son tan ilusos que no pueden suplir una caricia de su alma.

Si uno supiera quién eres mujer...

Joan © Bosch 02/03/09