El solo quiere ser indetectable ¿es acaso mucho pedir? Perder la memoria en un vistazo, un titubeo. Le llega al rostro la calidéz anaranjada y no lo nota no con la cabeza tan baja. Pasar inadvertido, lo único que exige ¡¿Es acaso mucho pedir?! y entonces la luz, se pierde. No hay más que sombras cosidas, en lo profundo de tu cabeza Mejor que nadie me venga a buscar ¿y cuánto te arrepientes ahora?
Texto agregado el 02-03-2009, y leído por 173 visitantes. (3 votos)