era mi cumpleaños. tenía tanto miedo que no quise salir de casa. el teléfono no cesaba de sonar. el timbre también. estaba asustado. encendí la TV y vi mi foto en toda la pantalla, y toda la gente me saludaba por mi cumpleaños. apagué la TV. miré por la ventana, sutilmente y vi una muchedumbre de gente, esperando a que salga. ¡qué locos son!... ¡pero si nadie me conoce!... me tomé pastillas para dormir (doble ración), y me tumbé bajo cinco frasadas. dormí al instante. tuve un sueño. estaba en un mar celestial y sus arenas eran blanquísimas y como talco... ¡es el cielo!, sentí. empecé a caminar por la arena cuando vi que desde el horizonte se veía una muchedumbre de botes, millones... me escondí bajo una palmera y vi que se trataba de gente, de piel oscura y en sus manos llevaban regalos, muchos regalos... apenas tocaron la arena gritaron mi nombre: ¡feliz cumpleaños!, gritaban mientras yo salía disparado hacia el interior de la isla... estoy loco, pensé mientras seguía corriendo. vi un ave inmensa que bajaba y me llamaba. fui en busca del ave y salté sobre ella. partimos y volamos por todo el océano... dee pronto el ave se sacudió, así como un perro cuando está mojado y caí como una piedra... estoy soñando, pensaba cuando sentí que caía a través de palos y palos y paredes hasta llegar a una cama... la mía. abrí los ojos y vi una torta a mis pies. me acerqué y vi mi nombre escrito. feliz cumpleaños, decía... cogí un pedazo de torta y me gustó mucho... rico, pensé. ¿dónde estoy?, pensé...