Aquellos jóvenes que tanto se amaban, fueron a ver al anciano brujo de su tribu y le dijeron que querían estar siempre juntos, hasta que les llegara la muerte, y le preguntaron si había algún embrujo para que eso fuera así ,siempre.
El brujo, le dijo a la muchacha: "debes ir sola al Norte de las mas altas montañas y solo con tus manos y una red cazar un cóndor, sin lastimarlo y traérmelo aquí, dentro de una semana"
Y dijo al joven: "debes ir solo al Sur de las mas altas montañas, y solo con tus manos y una red, cazar un águila, sin lastimarla, y traérmela aquì, dentro de una semana.
Cuando ambos regresen ,les diré cual es el conjuro".
Los jóvenes cumplieron, y al cabo de los días estipulados, cada uno traía en una bolsa el ave que les había pedido el brujo.
Entonces el joven preguntó: "mataremos estas aves para comer su carne y así adquirir fuerza?"
El anciano contestó: "no, no comerán su carne"...
Demandó entonces la muchacha: "beberemos su sangre, para tener poderìo?"
Volvió a responder el anciano brujo: "no, no beberán su sangre"...
Y dijo entonces:
"Tomen las aves, aten una de sus patas a la pata de la otra, bien firmemente y cuando eso esté hecho, dejénlas libres para que vuelen"
Los jòvenes hicieron lo que el brujo les dijo: no obstante, las aves, a pesar de que intentaron emprender vuelo, solo lograron planear a baja altura, cayeron al suelo, y comenzaron a retorcerse cada una intentado liberarse de la otra; instantes despuès se atacaban furiosas...
El brujo les dijo entonces: " no se aten para volar, si así lo hacen terminarán haciendo lo que las aves, peleando y lastimándose; el conjuro para que el amor permanezca es que deben volar uno junto al otro, pero jamás atados"
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