No, yo no sufro de amor, yo elegí amarte incluso sin saber si tú me amabas, y disfruto tu presencia como a una pera madura, dichosa de captarte con todos mis sentidos y quererte aun más después de verte de nuevo. Y a pesar de ya no verte mucho he juntado un gran montón de amor que me gusta admirar de lejos, estimar sus dimensiones, y disfruto al darme cuenta de lo hermoso e infinito que es.
No, yo no muero de amor, ¡qué bah! con mayor fuerza vivo y moveré cien montañas para que vivas así. Mis brazos están abiertos, mis pasos van hacia ti, voltea tu rostro si me amas, veme a los ojos y lo sabré, dame tu mano y seguiremos juntos el rastro que el sol deja cuando se mete en el cielo y se esconde. Seremos la estrella más grande de la noche, el corazón del sol que se quedó enganchado.
Puedo dejar de amarte, mas pudiendo hacerlo no quiero… y al no querer no puedo.
No, yo no sufro de amor, y tal vez esté loca, pero al menos soy feliz.
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