El Portón
Son las 3 de la mañana y aun estoy despierto (aunque supongo que todo esto es un sueño, o por lo menos es lo que espero que sea), hace ya 5 minutos que escucho ese extraño sonido en el portón de mi casa.
La casa es antigua y amplia, por lo que no debería preocuparme el hecho de escuchar sonidos extraños, además ese portón es de madera y la lluvia que hasta hace unas pocas horas cayo debe haberlo hinchado provocando este molesto ruido. Es eso lo que quiero creer, pero la verdad es que tengo la certeza que la madera no produce ese maldito sonido por si sola, si tan solo pudiera explicarlo, es como si dos garras arañaran sin cesar y sin ningún ritmo aparente la madera, como tratando de hacer un socavón en el portón para poder entrar.
Creo ser el único que lo escucha, es mas estoy seguro, ya que el perro de la casa esta durmiendo cerca de mi cama y no se ha movido aun. Quizás “eso” desea que solo yo pueda oírlo, o talvez es solo mi imaginación pasándome una mala jugada después de una noche de juerga. Ahora se que no debí beber tanto, y menos haberlo combinado con esas malditas pastillas que mi novia me dio, ya poco importa en estos momentos por que estoy decidido a salir y ver con mis propios ojos que esto no es mas que una alucinación provocada por las drogas y el alcohol.
Volviendo al perro, acabo de tirarle una almohada para ver si una vez despierto logra captar el enigmático sonido, pero creo que solo logre enfadarlo ya que me lanza un gruñido y sale de la alcoba con rumbo desconocido. No lo escucho ladrar ni olfatear, así que asumo que no escuchó ni sintió nada raro para mi desgracia.
No debí haber hecho esa maldita comida, ahora que ya todos se han ido después de mi arrebato producto de las drogas, el alcohol y mi estupida pelea con Claudia (mi novia), me arrepiento, trate de encender la lámpara y para mi sorpresa no hay electricidad, parece un apagón general producto de la lluvia ya que no percibo luces en la calle al mirar por la ventana. El ruido infernal se hace cada vez mas fuerte y claro, no se que voy a hacer, estoy petrificado del miedo y a pesar del frió que cala los huesos estoy sudando, pero eso puede ser por mi estado. Luego de un momento de reflexión me decido, voy a salir a enfrentar esa cosa sea como sea por que de otra manera me voy a volver loco.
Mi estupida manía (como dice mi madre) de dormir solo en ropa interior esta dando sus frutos, estoy temblando y no encuentro mi ropa en la oscuridad, llamo a ese estupido perro y no se aparece, tengo miedo aunque me cueste reconocerlo, el solo hecho de levantarme y caminar hasta la puerta me produce un terror indescriptible. Me tomó 20 minutos llegar a ella, por lo menos en ese tiempo encontré una camisa y unos pantalones, no tuve suerte con algo para mis pies pero estas ropas en algo mitigan el frió. Atravieso raudo el living, no sin antes tropezar con una silla y provocar un escándalo que por un momento desvía mi atención de ese sonido enfermizo, ahora que esta todo en silencio vuelvo a escuchar con claridad el ruido, a medida que me acerco a la puerta que da al patio trasero y al portón de madera, comienzo a sudar de manera prominente, cuando abro la puerta me golpea una ráfaga de viento gélido que me deja petrificado.
Por más que busco y llamo no encuentro al estupido perro y en cada paso mi ansiedad y terror aumentan exponencialmente, estoy en medio del patio que debe medir unos 25 a 30 metros de largo y esta rodeado de gruesos muros hasta el portón, la noche esta muy oscura no hay estrellas ya que las nubes lo cubren todo, con suerte puedo ver un metro más allá de donde estoy parado. La sensación del barro en mis pies es lo único que me mantiene cuerdo, que me recuerda que esto no es un sueño.
Me acerco cada vez mas al portón y en el ínter tanto comienzo a sentir un hedor indescriptible como a carne putrefacta mezclada con desechos, lo que sea que este al otro lado del portón emana ese aroma fétido y eso no hace mas que aumentar mis dudas y temores, respiro rápidamente y con dificultad, solo ahora me doy cuenta que no llevo nada con migo para protegerme, debería ser mas cuidadoso y esperar a que volviese la electricidad para salir a ver que hace ese horrible ruido, pero mi curiosidad y estupidez son mas grandes. Acabo de encontrar una barra de hierro en el suelo con la que creo podré ahuyentar a esa cosa, ya estoy a escasos 8 metros y las imágenes de cómo podría lucir eso me nublan la mente. ¡Mierda!, pise un clavo o un vidrio o no se que y me corte el pie, comienzo a sangrar profusamente pues la herida es profunda y dolorosa. Para mi sorpresa esta cosa o lo que sea parece oler mi sangre y ponerse frenética, ahora además de los arañazos siento como todo el portón se mueve furiosamente, estoy tiritando pero avanzo por inercia. Cuando estoy a 5 metros (según mis cálculos) siento un ruido como de madera al romperse, corro hacia el portón y caigo de espaldas al darme cuenta que hay un agujero de aproximadamente 40 centímetros en el.
Siento unos pasos alejarse, comienzo a gritar pero nadie parece escucharme o interesarse en lo que sucede a estas horas de la madrugada, además mis vecinos mas próximos están a por lo menos 200 metros, estoy indefenso, esa criatura (por que ahora estoy seguro que es una criatura) esta en algún lugar del patio asechándome puedo sentirla y olerla, mas no puedo verla y eso me tiene histérico, estoy muy lejos de la puerta trasera de la casa como para intentar correr, además no podría, aun estoy en el suelo y no puedo moverme, aun lo siento rondándome esperando su oportunidad para atacarme.
De la nada mi suerte parece mejora, al menos por el momento, ese maldito perro aparece y comienza a ladrarle a la criatura, creo que esta confundida pues ya no la escucho cerca mío aunque aun puedo olerla, siento un alarido que me petrifica, creo que esta cosa ataco al perro y ahora viene por mi y esta enfadado, veo mi oportunidad y me pongo de pie como puedo, comienzo a correr hacia la puerta, esperando que este en la dirección que corro pues en mi estado de terror no tengo orientación alguna, alcanzo a avanzar unos 10 metros cuando tropiezo con algo que me hace caer, para mi sorpresa es ese maldito perro inútil, muerto, destrozado por la criatura, me empapo de su sangre y ya no tengo lugar a donde escapar. Lo siento cerca mío esperando el momento para liquidarme, al caer suelto el hierro y vuelvo a estar indefenso, en estos momentos no me importa pues no puedo moverme del terror que siento, comienzo a cuestionarme que hice mal, por que a mi, por que a nadie parece importarle, ya no me sale la voz quiero gritar pero con suerte puedo respirar, lo siento correr hacia mi pero no se en que dirección.
Esto es lo último que recuerdo, ahora ya es de día, no estoy muy seguro de la hora pues mi reloj no funciona, estoy tirado en medio del patio, el perro o lo que quedo de el no están, tengo su sangre y barro por todo el cuerpo, la cabeza me duele mucho y el pie herido me molesta. No pude ver a la criatura, mejor, por que creo que eso me hubiese vuelto loco, tengo su olor impregnado en mi cuerpo, comienzo a examinarme para comprobar si tengo heridas, lo único que consigo encontrar es la herida en mi pie izquierdo y una extraña mordida en mi brazo derecho, que a simple vista no logro atribuir a ningún animal que pueda recordar, y prefiero no imaginar que la provoco, no me duele pero me arde como el demonio. Entro a la caza y voy directo a la ducha, permanezco en ella 2 horas, pero por más que me limpie no puedo sacarme este olor de encima, compruebo que cada vez que cierro mis ojos veo extrañas imágenes que me aterrorizan y me llevan un paso más cerca de la locura.
Aun puedo sentir ese olor nauseabundo en mí, parece que lo exudara por los poros, no quiero esta solo así que luego de la ducha corro al teléfono, la vida es una mierda, compruebo que la línea esta muerta y no logro encontrar mi celular. Me invade un terror que me lleva a las lagrimas, permanezco así por lo menos una hora, luego voy a la cocina y saco un cuchillo, el mas grande que encuentro, comienzo a registrar la casa convencido que si ese maldito engendro no me mato anoche no lo intentara ahora, registro la casa en cada centímetro y ni rastros de “eso” o de lo que quedo de ese perro estupido. Tengo que salir de esta casa, pero compruebo que el terror que me invade me impide poner un pie fuera de la casa, esto me coloca aun mas histérico, voy a la mesa donde aun quedan restos de la fiesta de anoche, le doy 3 grandes sorbos a una botella de tequila que hay sobre la mesa y hasta me trago el gusano en el proceso, esto logra calmarme un poco, en la mesa de centro diviso un par de pastillas (de las mismas que tome en la noche), y sin pensarlo dos veces me las trago junto con otro gran sorbo de tequila, tardan en hacer efecto, o eso creo ya que para mi mala suerte los minutos parecen horas, son las 4 de la tarde y con suerte tendré luz de día hasta las 6:30. No quiero pensar en lo que pasara cuando llegue la noche pues estoy seguro que esa criatura volverá a terminar su trabajo, estoy muerto del miedo.
Son las 6 y la electricidad ha vuelto para mi fortuna, no así el teléfono que sigue muerto, sigo con este maldito olor y la herida en mi brazo se ha tornado de un color negro francamente desagradable. Estoy bastante borracho y drogado creo que de otra manera ya me hubiese suicidado, no logro escuchar nada extraño, he tomado la decisión de cercar la casa para impedirle la entrada a ese demonio, coloco muebles en las puertas y cubro las ventanas con lo que tengo a mano. Estoy a salvo, al menos así lo creo, por lo menos hasta que alguien llegue a ver como estoy. Supongo que deben estar preocupados ya que hoy debía ir a casa de Antonio por su cumpleaños, el proceso de cercar la casa me tomo hasta las 8, por lo menos fue una buena manera de matar el tiempo y la borrachera, tengo en mi poder un cuchillo carnicero y una especie de lanza que hice con un palo de escoba y un cuchillo mediano amarrado firmemente en uno de sus extremos, me he vestido para la ocasión, ya que estoy seguro que “eso” volverá por mi esta noche. Llevo unas votas muy gruesas de la milicia (el único recuerdo de mi padre), me las e puesto cuidadosamente luego de vendar mi pie herido, ahora me pregunto por que no conserve esa maldita arma, debe ser por que Claudia me dijo que le cargaban las armas ya que las cargaba el diablo, extraña coincidencia pero en estos momentos no estoy para sarcasmos, tengo puestos unos jeans muy gruesos que mi madre me trajo de su viaje a no se donde el verano pasado, una camisa escocesa además de una chaqueta y guantes de cuero, con suerte esta vez tendré alguna oportunidad frente a la criatura.
Ya son las 10 de la noche y nada ha sucedido, creo que todo no fue mas que un gran susto y al llegar la mañana me iré de este lugar como sea. Eso es lo malo de hacer planes por adelantado, nunca resultan, no han pasado mas de 15 minutos y comienzo a sentir ese maldito sonido, el olor ya no me incomoda ya que es el mismo que emana de mi cuerpo, solo que mas concentrado.
Estoy un poco mas tranquilo, ya que esta vez tengo un plan, el único lugar por donde esta criatura podría entrar es la ventana del baño y es precisamente en ese lugar en donde me encuentro haciendo guardia, son las 12 de la noche, lo se por el reloj mural que esta a mi espalda, he sentido como la criatura ha probado cada posible entrada a la casa y ahora se dirige hacia el baño. El olor se hace mas intenso y en el momento que percibo su sombra por el vidrio de la ventana del baño le lanzo un ataque con mi improvisada lanza, quiebro el vidrio, estoy seguro que lo herí mas no lo mate, lo siento alejarse pero presiento que volverá. Al revisar la punta de la lanza me percato que esta teñida de un color negro intenso, supongo que este debe ser el color de su sangre, cierro la puerta del baño y la tranco con una silla. Me debo estar volviendo loco ya que creo haber entendido los gruñidos de la criatura al herirla, no puede ser posible, esto debe ser producto de la adrenalina del momento.
De la nada ciento un gran estruendo que viene de la cocina, de pronto recuerdo “el tragaluz”, imbecil no cubrí el tragaluz, no quiero imaginar como subió hasta el techo de la casa y luego cayo por ese agujero casi 4 metros sin causarse la muerte. Corro de inmediato y cierro la puerta de la cocina, coloco la mesa de centro para que sirva de tranca, siento como la criatura da frenéticos golpes a la puerta y me doy cuenta que no resistirá mucho mas. Para aumentar mi mala suerte siento otro estruendo, creo que es otra de esas criaturas, son dos y ahora me encuentro en desventaja, la puerta comienza a ceder y no tengo muchos lugares más donde esconderme. Creo entender lo que dicen, aunque no podría explicarlo aunque quisiera, esos gruñidos comienzan a adquirir cierto sentido para mi y creo que todo se relaciona con la mordida en mi bazo, siento la puerta de la cocina romperse, ya están dentro y no se donde ir, por un momento (no se cuanto), me quedo parado pensando en mi próximo movimiento, corro a la alcoba y la cierro con llave. Siento como uno de esos se mueve por la casa buscándome, el otro no se donde estará, o por lo menos no hasta ahora, al darme vuelta puedo ver a una de esas cosas parado en frente de mi, me mira fijamente y ambos nos quedamos así por un momento.
Mide alrededor de un metro y medio de altura y es totalmente negro y cubierto de escaso pero grueso pelo, camina erguido como un ser humano, sus brazos son largos y delgados y sus manos tienen 2 dedos con garras curvas horribles de unos 10 centímetros aproximadamente, sus piernas son cortas y musculosas y sus pies tienen solo 3 dedos largos y delgados, su tórax es muy ancho y carece de pelaje, su cabeza es alargada en la parte superior y en extremo delgada, tiene unos pequeños ojos totalmente rojos, su nariz es grande y desproporcionada, su boca es relativamente grande y deja entrever unos colmillos superiores como los de un nosferatu y en su parte inferior grandes colmillos muy separados entre si, al fijarme encajan perfectamente con la herida en mi brazo. Esta parado mirándome sin hacer nada, como si quisiera decirme algo, aprovecho el momento y me abalanzo sobre el con mi lanza, logra esquivar mi ataque y destroza la lanza con una de sus garras, viene hacia mi a gran velocidad, cuando se encuentra a unos 50 centímetros extraigo el gran cuchillo desde la chaqueta y me abalanzo contra el, logro enterrárselo medio a medio en el pecho, queda aturdido y cae al suelo, creo que este es el fin por lo menos para uno de ellos.
Siento como de golpe se abre la puerta de la alcoba, entra el otro, me sorprende con un certero arañazo en el pecho, que de no ser por la chaqueta me hubiese matado en vez de causarme una herida de mediana gravedad, se abalanza y caemos juntos al suelo, se encuentra sobre mi y esta mordiendo mi mano lo que me causa gran dolor pero gracias al guante no gran daño, lo escucho y se lo que intenta decirme, pero no puedo explicarlo. Siento ruidos en la parte frontal de la casa, siento como un automóvil se detiene. Debe ser Claudia, espero que no venga sola, siento las voces de Antonio y Daniel, les grito para que se retiren, se vallan, corran mientras puedan, deben saber que algo anda mal y ambos comienzan a derribar la puerta a patadas, mientras yo sigo luchando con la criatura.
Logro ponerme de pie escucho un estruendo en la parte del frente de la casa, corro en esa dirección lejos de ese engendro, en el camino caigo y la criatura logra arañarme la pierna, es una herida profunda, logro darle una patada con la otra pierna y lo dejo aturdido por un momento el cual utilizo para ponerme de pie y cojear hacia la sala del frente de la casa donde escucho como todos me llaman. Al llegar a la parte frontal de la casa me encuentro con mi novia y mis 2 amigos los que me miran con una cara de espanto indescriptible, no es para menos estoy cubierto de este liquido negro además de mi sangre.
De atrás escucho como se acerca eso, escucho y entiendo todo lo que me dice, lo que me propone en realidad, no puedo negar que por un momento lo pensé, por escasos segundos pensé que todo lo que me decía tenia sentido que era lo correcto y eso me repugna. Ahora comprendo por que no me atacaron de inmediato al entrar a la casa o por que no me mato anoche que tuvo la oportunidad, no vienen a matarme sino a buscarme, ahora lo se, se lo que tengo que hacer y por primera vez hoy no tengo miedo.
Cojo el abrecartas que esta sobre la mesita de la lámpara en la sala, espero a que la criatura este lo suficientemente cerca, y se la clavo en un ojo, tengo mi mano empapada en su sangre, es ahí cuando me doy cuenta que mi sangre esta tomando un color negro característico. La criatura cae muerta a mi lado y doy una última mirada a mi novia y mis amigos, luego me clavo el abrecartas en el cuello, lo siento entrar y pienso que no es tan doloroso.
Las fuerzas me abandonan, caigo al suelo y los tres se acercan a mi lado, ya no puedo hablar, no puedo advertirles, es demasiado tarde y todo ha sido en vano, logro ver como entran más criaturas por la parte trasera de la casa pero ya no puedo moverme. Supongo que entraron por la abertura del portón como la primera vez……….
FIN
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