LA FIESTA


-“¿Quien es ese tu dios que se ceba en tus debilidades, te lleva al borde de la locura y hace escarnio de tus carnes y devora tus entrañas…?.”
-¡No lo sé!…
-“¿El paraíso prometido?….¿el camino pedregoso y la lanza en tu costado? …¿ese es tu destino?”
-¡Déjame en paz!…solo déjame en paz…
(Del libro: Diálogos con la Muerte)


La fiesta había concluido. Los besos, los abrazos , escríbeme , te quiero, te extrañaré , promesas de volver a verte pronto. Los sueños desvaneciéndose con la última nota de una canción estridente .Pronto las mesas desnudas y las sillas vacías ,el marco de la triste despedida y las primeras sombras sobre un escenario que ha de refugiarse, como tantos otros, en el tren de los recuerdos y esa nostalgia reptando, lamiendo y devorándote el corazón.

Atrás van quedando, las imágenes del pasado que habían cobrado vida con la sonrisa mágica de los años maravillosos y los abrazos y los besos que quisieras fueran eternos como la juventud que ahora vuelve a ser tan distante y oscura tras las últimas luces en apagarse.

El retorno a casa, a la realidad del mortal consumiéndose en la pira de su terrenal existencia . ¿Y podrás?,… ¿tendrás acaso la oportunidad de volverlos a ver?. ¿Te dará tu dios la oportunidad de volverlos a ver diez años más tarde? ….
-¡Déjame en paz! ..solo déjame en paz

Atornillé la entrada del aire acondicionado y nada…el escalofrío y la necesidad de arroparme buscando el dulce sueño que me alejara de esta sensación de amores perdidos … de sueños que se quedaron flotando sobre mi carpeta de colegial, y de mi juventud …que se quedó atrapada entre anécdotas y risotadas en la fiesta que deseaba, creía y juraba sin fin.. y. de los rostros de los tutores,… ahora surcados de arrugas, que me recordaban lo efímera que es la vida….hacía frío y no era el aire acondicionado.

Las luces mortecinas de la cabina y un sueño que no llega , las imágenes de tu torbellino baile ,tu risa a flor de labios , las bromas y las palmoteadas de hombro , los flashes de las cámaras y las mil y un piruetas que quedarán grabadas en la memoria de algún chip como antaño en los vetusto álbumes de cartón. El tiempo con su discurrir tic tac cruel e inexorable alejándose y alejándome como yo en el vientre de un monstruo de aluminio horadando la espesura negra y fría de la noche.

Tacna ahora húmeda y sombría, ajusto el correaje del asiento y las imágenes de Tino , Jaime , Lucho , Huevito… ajustando el blanco correaje en la escolta del colegio, la marcha cadenciosa y solemne del desfile Escolar en las calles de la Victoria ahora se siente fuerte, estruendoso y marcial bajo el redoble del tambor de Cotete. Levanto más el audio y los Iracundos ahora se mezclan con los recuerdos de la inolvidable Fiesta mientras voy ganándole a la carretera los kilómetros que median entre mi pasado y el presente.
Es una verdad a medias, los rostros sumergidos en los confines del recuerdo y que nos tienen entrelazados en el cándido letargo del inconsciente y del olvido…en la tierra del nunca jamás. Llevar a cuestas las lágrimas como única compañera en el transitar por una vida cargada de historia descompuesta por el paso de los años. Caretas como la de los arlequines de la inolvidable Fiesta, rostros que contagian las emociones humanas de los años perdidos en el fondo de un baúl de los recuerdos, el amor convertido en hermandad y que permanecerá en constante movimiento recreándose bajo el artilugio multicolor de cien globos sobre nuestras cabezas.
Mi rostro y tu rostro concebidos como uno solo en el principio base del tiempo detenido en su tic tac en donde fuimos sin más: hijos de una generación que se acunó en una sola religión y que hoy mantenemos como precioso legado.

Había avanzado raudo por el serpentín de la bajada a Puerto Grau y el ronronear de las olas replegándose para luego acometer contra los acantilados de rocas lanzaban al oscuro cielo su blanca espuma .Un viejo faro sobre un islote con sus destellos circundantes era mudo testigo de mis recuerdos y de los tuyos.
Y le pedí al viejo faro ilumine nuestros rostros, como un nuevo sol, para reconocernos siempre en medio de cualquier oscuridad.

El led verde del tablero anunciaba las diez de la noche y tras remontar la última colina aparecía ahora el Puerto de Ilo con el caos de la cotidianidad humana, aceleré la marcha en la larga explanada que ahora me llevaba a mi refugio… y me sabía cansado y nostálgico.

La fiesta había concluido y mi retorno al pasado acababa
con la puerta bajando lentamente tras la camioneta blanca de tantas travesías y que esta vez la veía distinta. Comí algo y con el recuerdo de las voces y de tu voz en la inolvidable Fiesta me dio ganas de escribirte algo pero es mejor dejarlo en blanco, no quiero ser inoportuno ni por un segundo. En teoría La muñeca ya es pasado pero esta hoja en blanco ya se esta llenando. Puedo tenerte en letras y hacer de ellas lo que nunca pude hacer contigo, puedo escuchar tus palabras pero si no están escritas no valen nada. La noche esta nublada y no conseguía mirarla, no esperaba una salida que acrecentara tu recuerdo pero espero tu llegada en mis sueños como si fuera mi única salida, es el temor que acompaña estas narraciones de madrugada, los que me mantienen despierto y no dicen nada.


Dulces sueños
Alito