¿De dónde viene esa voz que dice:
ella ya no será tuya jamás?
Viene del aire
de una pesadilla
de un mal presagio
no de ella, no de su noble corazón
que sólo consigue callar...

¿De dónde proviene ese dolor que grita:
fue tuya y ahora de otro para siempre será?
Proviene del viento
de un triste sueño
de una secreta sombra
no de ella, no de sus labios trémulos
que no se atreven a hablar...

¿De dónde me llega esa tristeza que dice:
ella necesita otros brazos
no los tuyos, nunca más?
Llega del tiempo que no perdona
de una cruda realidad
de una verdad oculta
no de ella, no de sus palabras
-de ahora en adelante y para mí-
mudas por toda la eternidad...


Mayo 17 de 2004 / Hora: 10:16 a.m