Mis extremos se plagan de tus isterias se contagia de tu fruncida mirada y se marchita de tu veneno de insierta. Mis estado en alerta cada vez se alerta más se oculta de tu inclemencia y se pierde en la vida del estacionmiento voraz. Mis extremos ya se cansan de oirte que en álgida voz corrompes las paredes más que odiarte, solo quiero obviarte. Tu presencia calsina mis ambientes enjuga los ánimos más tercos y violentos preparando amor solo en los presentes. En mis cabezas se embotaga la fría tortura delirando los prismas en cerros ocultos liberando el volcán de abril y muchas primaveras. Vivan los ciegos que no te ven ni los sordos te oyen tonta locura que filtras esperanzas esperadas esperando que espere con tu esperanza en mis manos. ajustaría tus estribos en calmadas almas me sentaría en tus gritos de isteria y lamería tus infortunio de duda desalmada
Texto agregado el 27-02-2009, y leído por 194 visitantes. (2 votos)