ya en la noche. descanso el cuerpo. hago nudos en mis sueños. reposo dentro de uno de ellos pero es una rueda de Chicago... es duro no tener reposo, duro como las manos de un poeta de piedra... me llaman el nocturno. visto todo de negro. callo siempre aunque me arranquen la piel, es que, hace mucho lo hicieron con mi lengua... tengo dedos muy grandes. tengo manos pequeñas. tengo piernas muy largas y fuertes. he aprendido a vivir. he aprendido a soñar lentamente, como suele llorar el perro de mi casa. hace mucho que no veo la TV, debe ser porque uso lentes gruesos. leo mucho. sobre todo al buen narrador y escritor y poeta que le llaman:... mejor dejarlo allí. sin mas testigos que la vida. ven, escucho la voz de mi interno. cierro los ojos y estoy en un barco negro, mareado. una lumbre al final de la vida. alzo mis mas largos pensamiento y ruego que me valla bien. la luz suele ser una especie de barco blanco en donde hombre vestidos de sombras alzan sus manos en señal de salvación. nado o me dejo nadar hasta tocar dicha nave. llego. noto que todo es luz. las sombra se esfuman y un latido se hace eterno. un rostro enorme toca mi rostro. es mi perro. mi perro que me llama a pasear. arrastro el cuerpo y salgo a la calle... la mañana nace con la realidad, pero, extraño lo nocturno en mí. cierro los ojos y nace la vida...


san isidro, febrero de 2009