EL COMIENSO
-Caminar debajo de la lluvia seria tan ridículo como admitir que te gusta, pero es algo que es único, tan especial como...- se dice una persona parada en la lluvia mientras observa lo que pasa.
En noche con lluvia se ve la vida como una ilusión -¡que bella ilusión!- una frase de un camínate que circula por las calles de la ciudad, que sus ojos brillan con el reflejo de las luces que iluminan el camino que párese ser de otro lugar, de un lugar de fantasía. En su andar se topa con personas que pasan a un lado; cada uno de ellos con su mundo y sus ideas:
- la vida es un camino en el que te encontraras con muchas cosas pero si te cierras ¿como puedes saber lo que vez?- un comentario que dice al ver las cosas que ocurren y que le dan que pensar.
El camino se va quedando solo, solo con las luces de la cuidad y las sombras de las personas, el tiempo se va deteniendo a cada instante, las gotas de lluvia se ven como diamantes con el reflejo de las luces. Por un instante las sombras, las luces, la lluvia se detienen en un suspiro del tiempo, la ilusión se extendió hasta el fin de la vista, por un instante todo quedo congelado:
-si la vida te muestra lo que oculta, ¿por que no se detienen un momento?, la vida solo es un instante-.
Entre la gente se abre paso para continuar su camino y en una esquina da vuelta, la lluvia sede y todo continua su paso, nadien vio nada solo la lluvia mojando todo lo que toca. Y este momento quedo en el olvido.
- ya llegué- se dice con alivio un personaje que siempre vio las cosas como un espectador y que por primera ves le daban la oportunidad de participar y hacer la diferencia.
- si claro, por fin estas aquí, pero quisiera ver por cuanto tiempo- dijo un anciano que se encuentra recargado a la vuelta de la esquina y que párese estarlo esperando desde hace horas, ya que se encuentra todo empapado.
-¿y tu quien eres?- el joven pregunta desconcertado ya se supone que nadien se lo puedo ver.
- soy… tu guía… y solo te vengo a decir que tu custodio es…- el tipo párese ser muy olvidadizo y después de pensarlo aun no lo recuerda; después de un instante recuerda que lo tiene escrito en un papel, lo busca en las bolsas del impermeable, del saco, del pantalón y al fin lo encuentra en la bolsa de la camisa;
- a, aquí esta tu custodio es… He… Hen…Henri y vive a dos cuadras de aquí, suerte muchacho y en verdad que tengas mucha suerte por que en serio la vas a necesitar- lo dice mientras le entrega el papel en la mano y se las sujeta con las suya tratando de darle fuerzas.
- A, si ocupas ayuda estaré aquí cuando la lluvia te cante una canción y si no solo llámame- dice el hombre mientras se retira entre la lluvia.
-¿pero como te llamo?- le pregunta
- tu sabrás como, y si no solo ve al cielo- el tipo desaparece entre la neblina y la lluvia, todo queda solo y el joven tiene que continuar su camino por su propia cuenta.
El camino hacia la casa fue pleno, las personas pasaban a su lado y nadie lo veía. Su paso no tenia eco y las gota de lluvia no lo tocaban, es una sombra entre la oscuridad, el no existía para nadien.
La casa se levanta como un edificio que trata de tocar el cielo y en su intento desaparece entre la neblina y lo único que se ve al final es una luz que párese un lucero que trata de guiar a los perdidos entre la oscuridad.
- ¿que será?, ¿Cómo será?, ¿Qué pasara?- dudas e inquietudes que pasan por su mente al percatarse que no sabe lo que hay que hacer, pero no se preocupa, al ver el papel que le dio el anciano se percata que en este se encuentran las instrucciones:
UN ANGEL
En este comienzo tienes tres obligaciones por cumplir; todas se debe cumplir en un plazo de cinco días sino se completa se retirara al termino del tiempo limite.
1.- NOMBRE: el custodio debe nombrar al
Ángel.
2.- HOGAR: el ángel debe ser aceptado en
Hogar de su custodio.
3.- MISIO: según el custodio se dará la
Misión.
Las instrucciones parecen sencillas así que no había ningún problema, esto pensaba el ángel, que al parecer es muy optimista. Al entrar al edificio las cosas son mucho mas grandes de lo que ven por fuera y por lo que se ve encontrar al chico será un desafió, pero esto no es desanimarte al contrario es una mejora, ya que de todas maneras lo que el quería es salir, conocer y esperaría hasta ultimo momento para cumplir con sus ordenes. Comenzó su recorrido en el último piso que es una mansión; el chico pasó sin ser visto ni sentido, subió por el elevador teniendo una vista del paisaje, una ciudad iluminada con millones de luces en la tierra y en el aire, las estrellas no se veían.
-y las estrellas… bueno quizás es lo único que boy a extrañar- se dice el mientras mira el cielo en busca de una luz de esperanza.
Pasan los minutos y el elevador recorre solo la mitad , la espera colmo su paciencia por lo cual decidió subir por su propia cuenta; separando los pies y tomando impulso levanto vuelo y atravesando las paredes llego al final del edificio. La mansión es enorme, pero párese una casa de muñecas, todo en su interior párese ser de un niño, de muy pésimos modales. Todo en la casa se encuentra fuera de lugar, además varios de los objetos están rotos, todo párese indicar que hubo una discusión que termino en mal termino, pero aun no termina, en una de las habitaciones se escucha una discusión, pero las palabras no son entendibles para él lo único que es entendible son las palabra “ángel” y “nombre”, esto no es entendible, pero se percato que en realidad no entendía nada de lo que nadie decía, pero ¿Por qué? Y por que solo entendía esas palabras y aun mas, por que solo escuchaba las palabras de voz de un chico, quizás es él.
-¿Qué suerte? No esperaba esto, pero como, que mala suerte, mejor lo dejare para otro día- el ángel piensa que no quiere empezar tan pronto, y decide retirarse. Se acerca a la puerta mientras trata de pensar que hacer, toca la perilla y trata de pensar que puede dejarlo para otro día, pero no puede, algo en su interior no se lo permite, es como un impulsó que le impide abrir la puerta y retirarse; al final se queda.
La discusión por fin termino, el chico párese estar enojado, al salir por la puerta se ve un chico de 18 años, que viste muy deprimente, todo de negro, aunque su peinado párese ser de un rebelde sin causa y en su mano carga una computadora portátil, la cual sujeta con fuerza tratando de ahogar su coraje. El muchacho mantiene su mirada en el piso ignorando los reproches de su padre que lo siguen aun estando afuera de la habitación; en un intento de huir camina asía la salida manteniendo su mirado en el piso. El ángel lo mira, esto le conmueve, pero no sabe si es hora de intervenir; lo piensa y decide ayudarlo, pero cuando él pasa a su lado párese que no lo ve. El chico se detiene en la puerta y toma un suspiro.
-puedes irte no te necesito- dice el chico mientras le dirige la mirada,- y es una orden- después sierra la puerta detrás de él.
-Esa mirada, esos ojos- el ángel piensa, el recuerdo de la mirada, el recuerdo de esos ojos que se miraban fríos, vacíos, pero con un coraje el cual solo se presencio por una lagrima que se infiltro en su mirada y la una mueca de coraje y maldad, -¿Qué hago ahora?- después de pensarlo decidió disfrutar los cinco días que le quedaban, ya que el chico lo había liberado de su encargo. Una alegría se le pinto en el rostro mientras pensaba que aria, aunque enfrente de él se encontraba el chico caminando como una sombra en este mundo; una lastima le borro su alegría poniendo en duda su dedición. El ángel trato de seguir su camino, pero por mas que lo intentaba no podía olvidarlo, al fin del pasillo se encuentra el elevador, el cual es la única salida, al cual se subieron juntos. Mientras se encontraban juntos no se dijeron una sola palabra, los minutos pasaban y el silencio permanecía, hasta que por fin se detuvo, Henri fue el primero en salir y tomar una camino, mientras el ángel trataba de tomar una decisión.
Henri tomo su camino dirigiéndose a lo desconocido y no paresia importarle, por los reclamos de su padre paresia que le esperaba lo peor. El chico no párese pensar, al contrario solo sigue sus impulsos, por los cuales tomo un camino sin pensar. Entrar en la oscuridad no es una buena idea, pero… ¿Por qué?, ¿busca la muerte?, ¿que es lo que busca?, ¿que es lo que quiere?, ¿por que lo quiere?, ¿Por qué lo busca?. Son preguntas que no tienen respuesta dentro de la mente de Henri; quien no sabe que pensar, pero tampoco le importa solo busca un escape de la realidad, pero no es el único, en su entorno párese estar la presencia de alguien mas.
El ángel esta en espera de una respuesta, la cual no párese querer rebelarse, y en su mente no hay tal cosa;
-ya veo por que me deseaba suerte, ¿pero como salgo de esto?, ¿Qué hago?- nada de lo que piensa le sirve para tomar una decisión y continua esperando en la entrada del edificio, mientras el chico se aleja.
En busaca de una respuesta mira al cielo, como se lo aconsejo el anciano, se queda pensando que eso es una tontería y regresa su mirada a la tierra. Henri se aleja cada ves mas y el tiempo de decidirse se acaba, Henri gira en una esquina y desaparece; el ángel se decide será mejo que se retire, había fallado, no pudo cumplir ni la primera orden, en definitiva esto no es lo suyo. Resignado mira la tierra, no entiendo por que las cosas son tan difíciles, o mejor dicho por que las personas ya no creen y no quieren ayuda, solo mira en espera de regresar.
-valla, duraste menos de lo que esperaba, pero ni modo- el anciano aparéese a su lado y mueve la cabeza desilusionado de lo que pasa- nunca vi a un ángel rendirse tan pronto, ¿estas seguro de lo que haces?- el comentario ofende al chico, pero no dice nada, después de todo él tiene razón, moviendo la cabeza afirma que esta seguro.
-que malo, pero si es lo que quieres, solo espera una hora, espera que sean las doce y vendrán por ti- el anciano se retira con la cabeza decaída y murmurando que las cosas no son tan sencillas como antes y que antes no se solían rendirse tan pronto, también menciono que todo estaba mal y ya era hora de que terminara todo.
-Ya todo termino, pero que hacer, nada es útil en este momento, solo me queda esperar- pensar es todo lo que le queda, mientras espera a que su tiempo termine, mira a su alrededor y se percata que esta perdiendo su tiempo, el cual según quería aprovechar, reafirma lo que piensa y decide buscar una aventura, la cual no durara, ya que su tiempo esta limitado. Por camino escoge un sendero que se encuentra entre las sombras, algo en él le indica que ese camino lo llevara a algo grande, pero no entiende que es, siguiendo su corazonada sigue el camino. Mientras avanza la tensión aumente y el sentimiento lo incomoda; desconcertado apresura el pasó tratando de calmarse, pero a cada pasó toma caminos sin pensar, como si siguiera una rastro.
Mientras avanza su sentimiento desaparéese, cunado logra calmarse se detiene y mira a su alrededor percatándose de que no sabe donde esta. Las cosas están calmadas, la calle esta sola, no hay nadien, solo el eco de del murmullo que se desvanece.
-¿que silencio?, ¿es el recuerdo del olvido?, ¿ya volví l olvido?- el ángel mira a su alrededor mientras las cosas se detienen, las voces se alejan y el tiempo hace una pausa mientras la oscuridad lo asecha.
Negando a irse tan pronto, regresa por el camino por el que llego, tratando de escapar del olvido y de igual manera como llego se fue, sin saber a donde ir. “Escapar del olvido” es lo único en lo piensa, recordar cada momento de silencio en la oscuridad le provoca un escalofríos impidiéndole pensar. En su apresurado intento de escapar pierde la orientación del lugar y una vos lo distrae de su precipitado escape.
- AYUDA, AYUDA- se repite una y otra ves el llamado, el ángel trata de ignorarlo pero no puede, haciendo a un lado su intento de escapar de su pesadilla sigue la voz para ayudar.
Los caminos giran y las calles cambian, las luces se desvanecen y la oscuridad lo alcanza, a cada momento el olvido lo alcanza contando su tiempo. En un callejón, al dar la vuelta en una esquina se ve un grupo de hombre que atacan en bola, como una manada de lobos a su presa, a conforme se va acercando los rostros se van iluminado, pero para él siguen siendo desconocidos. Las personas lo ignoran y siguen con su asunto, nada de lo que pasa es entendible, mientras observa él siente que el olvido se aproxima y no le queda tiempo. El grupo de hombres se separan y en medio de ellos aparéese un rostro familiar, Henri, es preso de la jauría, esta inmovilizado e indefenso, pero no tiene ningún daño físico. Ángel se paraliza y solo mira mientras trata de entender.
-A Y U D A M E – le pide el muchacho, mientras que las personas miran sin entender a quien pide ayuda, -POR FAVOR AYUDAME- sus suplicas son cada vez mas débiles, Henri esta pendiendo de una hilo y al parecer esta a punto de perder el conocimiento.
- NO… NO PUEDO- dice el ángel al reaccionar de un momento de transe,- no te puedo ayudar, no soy tu guardián…- lo mira, pero no hace nada, no es su asunto, no puede intervenir, pero no puede quedarse solo mirando, a pesar de que se lo merece por no darle una oportunidad y devolverlo al olvido, él cual se aproximas a cada momento. Los sentimientos no son nada cuando se desea una venganza, pero la lastima por los demás ablanda hasta el corazón mas duro.
-Su mirada, su actitud, su persona, él, esto no puede pasar- la compasión lo hace retomar la situación y al sentir al olvido detrás de su espalda cambia de opinión.
- dame un nombre para no irme, para poderte ayudar- con lagrimas en sus ojos pide otra oportunidad.
-¿un nombre?- repite Henri al no entender lo que escucha, sus sentidos se desvanecen y poco a poca la oscuridad se adueña de el, - tu nombre es… Dustin-
Sus palabras resonaron por el callejón, pero fueron en vano, el ángel que se encontraba parado no lo escucho, el olvido lo envolvió dejándolo sordo e incapaz de hacer algo por el.
-La oscuridad, el silencio, el olvido, no quiero irme, no puedo irme, Henri necesita ayuda- el ángel se dice a pesar que la realidad para él párese estar muy lejos, su vista le falla, ya no escucha nada, pero conserva en sus recuerdos la imagen de Henri; - su tristeza, su dolor, no es nada comparado con el olvido-. El ángel recobra su fortaleza y reencuentra su visión pero no así su oído, y una vez que recupero la fuerza decide hacer el ultimo intento y cumplir su propósito.
-BASTA- les ordena – DEJENLO-; los sujetos lo miran, solo es un chico se dicen unos a otros, el ángel tiene una pariensía de un chico vestido con un abrigo de piel y esmoquin negro al igual que su abrigo. Solo es un chico, se dicen mientras sacan sus armas y apuntan hacia el; Henri le grita desesperado que se valla y pide que no lo maten. Un disparo tras otro se escuchan en el callejón, y todos dieron en el blanco, y por cada uno se comienza a derramar sangre, mas el chico no cae, se mantiene de pie, mientras los sujetos no lo pueden creer.
-Ángel es lo que soy – se dice mientras toca sus heridas que las siente frías pero no ve su sangre; levanta su mirada clavándola en los sujetos que sorprendidos tratan de recargar sus armas. – ahora es mi turno-; él ángel se impulsa usando su alas y ataca, solo un golpe con las manos, un golpe a cada sujeto y todo termino; termino solo, agotado, y a los pies del olvido. Por sus heridas sentía que el olvido penetraba a su ser y que poco a poco se perdía en el olvido.
-Henri esta a salvó- se decía como consuelo; Henri miraba impotente de saber que no podía hacer nada solo mirar, todo era en vano el ángel moría ante sus ojos; el ángel se mantenía de pie titubeando como signo de que caería muerto. Henri miraba mientras una lágrima trataba de hacerlo reaccionar;
- NO TE VALLAS, NO TE PUEDES IR, ERES MI ANGEL, ERES DUSTIN- dijo, mientras se acercaba a el; no podía dejarlo ir, otra vez no, no podía permitir que pasara otra vez, se decía; se levanto titubeante para darle un soporte, pero él ya no podía sostenerlo y el llano soporto mas, el olvido lo estaba matando por dentro; los dos cayeron tratando de cuidar uno del otro.
El ángel solo tenía una cosa en su mente, salvar a Henri, al estar perdiendo sus sentidos y estar cayendo en el olvido era lo único que le alegraba, y ya estando envuelto en el olvido todo era silencio y oscuridad, mientras que un frió lo castigaba. En su mente se preguntaba si todo eso había balido la pena; al darse por derrotado y entrando al profundo sueño del olvido un susurro interrumpió el silencio, y poco a poco era mas fuerte;” Dustin”, “DUSTIN” estando ya casi dormido el llamado lo hico recordar que ese era su nombre y que el no se podía entregarse al olvido, no ahora, por que él es el ángel de Henri.
Dustin escuchaba que lo llamaban y aferrándose a volver busco una salida. Los momentos eran eternos y los intentos de volver no funcionaban, el olvido no tenia fin y no se podía salir de hay.
- TENGO QUE VOLVER, HENRI ES MI CUSTODIO, NO PUEDEN SEPARARME DE ÉL- grito desesperado al no encontrar una salida, en estos momentos se sentía observado y quiera convencer a quien fuera que lo tuviera hay que lo dejara salir.
-HENRI ME DIO UN NOMBRE, ME ACEPTO, TENGO QUE VOLVER, POR FAVOR DEJEMEN SALIR- una suplica, no entendía si era por que no soportaba estar hay o por que realmente quería volver con su custodio.
-si el te acepto, pero fue tarde, tu ya habías renunciado a tu deber- dijo una vos que resultaba muy familiar.
-SE QUE RENUNCIE, PERO POR QUE CREI QUE EL NO ME NECESITABA, PERO AHORA TENGO QUE VOLVER, EL ME NECESITA- dijo Dustin
- ten calma el esta bien, pero en realidad te preocupa o ya no quieres estar aquí- pregunto la vos, pero esta vez se rebelo, era el anciano que siempre estaba con el y lo miraba poniendo en duda lo que Dustin decía.
-estar aquí no me importa ya que sin importar que siempre volveré a este lugar, y para serte franco no me molesta estar aquí, pero Henri necesita a un Ángel- explico Dustin conservando la calma.
-bueno no necesariamente tengo que volver yo, solo asegúrame que Henri será custodiado y estará a salvo- Dustin decidió pedir una favor, ya que el no podía regresar, quería que alguien mas lo hiciera.
-¿en verdad, estas dispuesto a quedarte, a cambio de eso?- el anciano veía la tristeza en los ojos de Dustin, por lo cual no estaba seguro de lo que acababa de decir.
-SI, pero prométeme que lo cuidaran y me quedare aquí todo el tiempo que ustedes dispongan- un deseo formado por palabras que resonaron por todo el olvido.
-esta bien, pero no mandaremos a otro ya que Henri te acepto a ti, tu volverás- dijo con una gran alegría el anciano que no podía ocultar;- pero es tu ultima oportunidad chico, así que la desperdicies-
Dustin era libre y las puertas del olvido se abrían para darle paso y volver a la realidad donde Henri lo esperaba. La alegría de Dustin se le reflejaba en su mirada, tan entusiasmado estaba por salir que apresuro su paso para volver, pero el anciano lo detuvo.
- por favor Dustin piénsalo, ya que si vuelves, por segunda vez, regresaras como un semi mortal, es decir puedes morir, no podrás usar todos tus dones, y si fallas tú desaparecerás definitivamente entre las sombras de la muerte- el anciano trato de convencerlo, pero Dustin se negó a quedarse y tomo la decisión de volver in importar los riesgos. El anciano no tubo de otra mas que dejarlo ir, pero antes de desaparecer le dijo que ahora estaría solo y que su misión se revelaría en su debido tiempo.
En un hospital esta Henri recuperándose, y en lo único que puede pensar es que su ángel esta muerto y todo por su culpa, por lo que no acepta visitas de nadien. An pasado tres días desee el ataque y Henri no tiene noticias de ángel que lo salvó. Una noche su padre entro a su habitación sin permiso y sostuvo una conversación sobre el ángel, le aclaro que estaba bien, solo se estaba recuperando y que cuando quisiera podía ir a verlo. Henri no pudo esperar y ordeno que lo llevaran a verlo; y hay estaba, recostado con barios aparatos conectados a él, Dustin lo saludo desde la cama, que por cierto no entendía que estaba haciendo hay. “Volverás como semi mortal” Dustin recordó las palabras del anciano, y comprendió que por serlo ahora lo podían ver.
Henri y Dustin salieron la misma tarde de ese día, por lo que ahora por fin estaba en el lugar adecuado con las personas adecuadas, y con la espera de su misión, la cual les preocupa, pero fuera lo que fuera están preparados a cumplirla.
|