Desde el lugar del que vienen y al que vuelven todas las palabras inicié mi viaje

Me abandoné porque caí de bruces al mirar las estrellas

Y desde mi abandono pude darme cuenta que el espectáculo del universo continuaba como las películas de cine rotativo que pasan en las salas viejas

No sé porqué recordé la distancia entre los planetas a Huidobro y su paracaídas
A los Mexicanos y sus muertos
Al peyote y a los vuelos nocturnos

Quise levantarme limpiar mis codos y mis rodillas y al elevar la mirada el cielo de Neruda estaba allí
Y me entregué sin miedo al abandono
Al sol ardiente que quemaba el desierto
que destrozaba mis labios
que cerraba mis ojos

Y me dejé llevar

¡Si!

Me dejé llevar como se deja la vida
Y me fui haciendo polvo
El polvo que siempre fui