Isabel
Mientras observo unas fotografías en que estamos riendo animadamente, voy recordando la época en que te conocí, no recuerdo como fue o cuando fue, solo se que por esos días me llamaron la atención aquellas manchitas esparcida por todo tu rostro, e inmediatamente te convertiste en la muchacha bonita y pecosa que estaba en mi clase, siempre sonriente y comunicativa que socializaba con todos con una naturalidad tal, como si nos conocieras de siempre.
Después de un tiempo supe tu nombre, Isabel… tampoco recuerdo como, no se si nos presentaron o solo nos dijimos quienes éramos, después vinieron los días de ir y venir en el bus de la universidad y nos conocimos realmente, ya desde entonces eras una peleona que defendía sus ideas con férreo tesón, nunca dudaste en decirme las cosas tal como las veías y tampoco dudaste en los momentos en que te peleabas conmigo o yo contigo, ya que somos muy parecidas y muy distintas a la vez. En esa época nos convertimos en inseparables, vivimos cada aventura que significaba para nosotras estar en la universidad y no fueron pocas, y en toda aquella época siempre estuvieron como tú marca personal esas pecas que llenaban tu rostro iluminándola cada vez que sonreías.
Después de que nos graduamos, a pesar que yo me quede un año, no dejamos de seguir siendo las mejores amigas.
Desde que te conozco siempre fuiste una persona segura de si misma, no puedo decir que eras una mujer que aparentaba ser necesitada o a la que tenia que cuidar o proteger, eras mi amiga con la que podía ir a la par, pues siempre fuiste una mujer de carácter que me apoyaba y a veces me sacaba de quicio con sus ideas tan drásticas que no acepta un tal vez, pues tu eres hasta el día de hoy de las que piensan que a lo hecho pecho, sin lamentaciones, siembra y cosecha…
Será por eso que cada ves que pienso en ti y trato de escribir algo sobre tu esencia, es esa imagen de mujer alegre, inteligente y llena de pecas la que viene a mi mente, una mujer que no necesita que le digan lo bella que es, por que ya lo sabe, una mujer que no necesita que le hagan resonar tambores por cada cosa que haga, pues sabe exactamente lo que quiere y como lo quiere, una mujer que sabe cual es su verdad y no necesita a otros para decírsela.
Por todo eso amiga mía, tu eres mi hermana del alma y casi de sangre, y no puedo mas que decirte que te extraño un montón, pues eso de tenerte en otra ciudad me esta haciendo ver lo mucho que te quiero y necesito.
Felizmente existe el teléfono, el e-mail y los chat, pero igual te extraño.
Puc. 10-01-09
para mi querida chabuquita que siempre esta en mis pensamientos y mi corazón
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