Para Lucía.
Una tarde de septiembre, en Madrid,
una orilla de mi mar se hizo bahía,
de aguas tibias, limpias, y tranquilas,
ideal para el barquito chiquitín
en el que navega tu alma Lucía….
Tienes los ojos color de esperanza
y el amor dibujó tu sonrisa,
hueles a Dios, a misterio y a vida,
niña de mi niña, pequeña Lucía.
Si algún día, pequeña Lucía,
te ves en aguas profundas y frías,
deja que el Cielo sea tu viento,
El llevará a puerto el hermoso velero,
en el que navega tu alma, Lucía.
Tendrás los ojos color de esperanza,
y el amor seguirá en tu sonrisa,
olerás a Dios, a misterio y a vida,
siempre serás la niña de mi niña…, pequeña Lucía.
© Isidro Martínez -Septiembre, 2004
http://isidromartinez.com/letra.php?disco=2&orden=8&audio=.../musica/disco2/08.mp3
|